Lo que plantea el proyecto
Montería. El trazado de la variante de Lorica, que hace parte del megaproyecto vial Córdoba, Antioquia, Bolívar: Caucasia – Cruz del Viso, ejecutado por la concesión Ruta al Mar, tiene una extensión de 7.2 kilómetros de los cuales se pretenden sustraer 2.7 kilómetros correspondientes a un área de 12.55 hectáreas, dentro del complejo cenagoso del Bajo Sinú.
Dicha propuesta ha sido llamada la ‘Alternativa Oriental Mejorada’ y fue la presentada a la Agencia Nacional de Licencias Ambientales, ANLA para hacer el respectivo estudio de impacto ambiental.
Este trazado empieza en una glorieta ubicada un kilómetro antes del puente metálico en la entrada a Lorica, de allí va sobre la derecha de la vía, se mete al complejo cenagoso, pasa por el caño de Aguas Prietas, sigue bordeando la ciénaga, cruza por el caño de Chimalito y sigue así hasta empalmar con la carretera Lorica – Momil, sale del distrito de manejo y entra a una zona acolinada hacia la vía a San Antero, a un sitio que se llama el Esfuerzo.
Pero las implicaciones ambientales del trazado empiezan a hacerse evidentes cuando se analiza el diseño, el cual contempla un puente sobre el caño de Aguas Prietas, con 50 metros de luz, otro sobre el caño de Chimalito, de 80 metros de luz, ambos no tocan el cauce, ahora bien los 2.7 kilómetros de vía se visionan en terraplén con box culverts de entre 1.5 y 5 metros de luz, separados entre sí cada 60 metros.
Según el biólogo Rafael Espinoza, subdirector ambiental de la CAR CVS, uniendo todos los box culverts y las luces de los dos puentes, escasamente suman 191 metros para el intercambio de aguas, es decir el 7% de los naturalmente existentes, en pocas palabras, en una zona donde hay 2.7 kilómetros para el libre flujo del agua, se planea solo dejar 191 metros, lo que a su juicio es insuficiente.
Las inundaciones dudarían mucho más tiempo
Para el biólogo Rafael Espinoza, el 7% de espacio para pasar volúmenes de agua generaría un fraccionamiento del ecosistema, sería una especie de barrera que tapona el movimiento vertical y horizontal de las aguas, complicando el panorama de inundaciones en la zona.
Al no haber suficiente flujo, poblaciones vecinas como San Sebastían, inclusive, Momil y Purísima, experimentarían largos periodos de inundaciones, explicó el profesional de la CVS.
A lo anterior se suma que el tramo objeto de la sustracción, el consultor lo define como zona geotécnica Alta, pero el terreno por donde va el trazado predomina un ambiente lagunar asociado a la formación de ciénagas, arcilloso, es decir es un suelo fácilmente deformable e inestable.
Alteración de la dinámica hídrica y flujo migratorio de especies.
Al poner un dique sobre la ciénaga o partirla en dos, se va a generar una alteración de toda la dinámica hídrica del ecosistema no solo del agua, sino de toda la vida existente, peces, plantas microorganismos, reptiles, mamíferos acuáticos, verán interrumpido su tránsito migratorio.
En ese punto hace más de 20 años la Corporación CVS ha trabajado con la recuperación del manatí, especie sombrilla que conserva y proteger otras especies , se teme que al construir dicho dique, se interrumpa su ruta de migración.
Estudios con seguimiento satelitales hechos por la CVS evidencian que el sitio donde se planea construir la variante, es de paso obligatorio para el paso de esta especie, lo mismo que para la nutria, los caimanes y peces que ocupan estos nichos.
Finalmente dijo que son previsibles problemas de erosión y sedimentación, así como taponamiento de los box culverts en caso de inadecuado mantenimiento, por eso la Corporación Ambiental recomendó replantear la propuesta con una alternativa de ingeniería con menos impacto ambiental, similar al viaducto que hoy se construye en la ciénaga de la Virgen, en Bolívar.
Entrevista completa.
Que construyan una via elevada soportada en pilotes; POR OTRO LADO ESTÁ ES LA VIA DE MENOS AFECTACION PUES EN LA MARGEN IZQUIERDA IMPLICA DOS PUENTES GRANDISIMOS Y TAMBIEN HAY CIENAGAS Y EN MAYOR CANTIDAD