¿Y si la suerte no fuera cuestión de azar sino de preparación?

Record lleva 37 años demostrando que la fortuna tiene más que ver con actitud que con casualidad.
6 días atrás

En Montería cayó el último premio gordo del Baloto. Fueron 29.000 millones de pesos que cambiaron la vida de una persona para siempre. No fue el único golpe de fortuna en la ciudad: otro afortunado reclamó 7.000 millones de la Lotería de la Cruz Roja. Y la lista sigue con premios de Raspa y Listo por 60 millones y acumulados de Chance Millonario.

¿Casualidad? Para Record, la empresa cordobesa que lleva 37 años en el negocio, la respuesta no es tan simple.

“Esos ganadores construyeron la suerte con una visión y decisión diferente a lo que se nos ha enseñado. Se prepararon y cuando lo intentas, de la piedra sale agua”, explica Hernán Pineda, jefe de marketing de la compañía.

El filósofo Séneca lo dijo hace siglos: “La suerte es lo que sucede cuando la preparación se encuentra con la oportunidad”. Esa frase guía hoy la filosofía de una empresa que propone mirar la fortuna desde otro ángulo.

“La suerte dejó de ser azar desde hace mucho tiempo. Hoy es una construcción activa que se forja desde la visión, la preparación y la decisión”, sostiene Hernán Pineda, jefe de marketing de Record. “De la misma manera que se construye un hábito, la suerte siempre ha estado con nosotros, y solo es cuestión de asumirla con disciplina y mentalidad”.

La idea suena distinta a lo que solemos pensar. No se trata de negar el azar, sino de entender que quien está atento y preparado tiene más chances de aprovechar cuando la oportunidad toca la puerta.

“¿Cuántas oportunidades has dejado pasar este año por no estar preparado para ellas?”, plantean desde Record.  

La idea de que la suerte se construye no es solo filosofía. El psicólogo británico Richard Wiseman, de la Universidad de Hertfordshire, dedicó diez años a estudiar a 400 personas que se consideraban afortunadas o desafortunadas.

Su conclusión fue clara: el 90% de lo que nos ocurre depende de nuestra forma de pensar y solo el 10% es aleatorio. Quienes se definen como personas con suerte comparten rasgos comunes: son más relajadas y abiertas, y por lo tanto observan todo el panorama y no solo lo que están buscando.

En otras palabras, la suerte no sería una habilidad mágica o el resultado del mero azar, pues dependería, en definitiva, de la forma en cómo pensamos y nos comportamos.

La psiquiatra española Marian Rojas Estapé lo resume con una frase que repite en sus conferencias: “Si tú quieres que algo bueno te suceda, estudia, prepárate”. Para ella, la suerte no se espera, se entrena. Cuando alguien se disciplina y fortalece su mente está más abierto a reconocer las oportunidades cuando surgen.

Así que la próxima vez que alguien diga “qué suerte tiene fulano”, quizás valga la pena preguntarse cuánto de esa fortuna fue azar y cuánto fue preparación. Como dicen en Record: de la piedra sale agua. Pero hay que saber dónde golpear.