El presidente Donald Trump ordenó una pausa completa en la ayuda militar estadounidense a Ucrania, incrementando la presión sobre el presidente Volodymyr Zelenski apenas días después de un tenso encuentro en la Oficina Oval entre ambos mandatarios.
Según informó un alto funcionario del Departamento de Defensa, quien solicitó anonimato por tratarse de deliberaciones confidenciales, Estados Unidos suspenderá todo el equipo militar destinado a Ucrania que no se encuentre actualmente en territorio ucraniano. Esto incluye armamento en tránsito por aire y mar, así como el que espera en zonas de tránsito en Polonia.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, recibió la orden directa de ejecutar esta suspensión, según la misma fuente. La medida estará vigente hasta que Trump determine que los líderes ucranianos “demuestren un compromiso de buena fe con la paz”.
Esta decisión se produce en un contexto de creciente tensión después de que Zelenski presionara durante su reciente visita a Washington por garantías de seguridad que aseguraran que Rusia no violará futuros acuerdos. Ante estas peticiones, Trump respondió visiblemente molesto, indicándole que regresara cuando “estuviera listo para la paz”.
La suspensión ha provocado que los aliados europeos aceleren planes para mantener el suministro de armas a Ucrania y consideren proporcionar fuerzas de paz a cambio de un acuerdo. Sin embargo, Europa carece de muchas de las capacidades que Estados Unidos proporciona actualmente, y funcionarios aliados estiman que los suministros existentes podrían agotarse para el verano.