El Servicio Secreto de Estados Unidos detuvo a Mario Bustamante Leiva, inmigrante chileno de 49 años, como responsable del robo de la cartera Gucci de la Secretaria de Seguridad, Kristi Noem.
Lo que facilitó su captura fue un descuido: tras el hurto, Bustamante se dirigió a un restaurante italiano donde ordenó una cena completa y varias bebidas alcohólicas, pagando todo con la tarjeta de crédito de la propia funcionaria.
Según fuentes cercanas a la investigación, el sospechoso habría consumido una cantidad considerable de alcohol durante la velada, aparentemente celebrando su “botín”, sin considerar que las transacciones con la tarjeta robada generarían una alerta inmediata en los sistemas de seguridad, dejando un rastro digital fácil de seguir.
Este comportamiento permitió a los investigadores ubicarlo rápidamente, culminando con su detención el pasado sábado. Al momento de su arresto, las autoridades encontraron en su poder una máquina diseñada para cometer fraudes con tarjetas de crédito.
“Se descarta que el ratero sabía que la cartera era de la Secretaria de Seguridad de EEUU”, indicaron fuentes oficiales, aunque esto no ha evitado una ola de críticas hacia el Servicio Secreto por permitir que ocurriera el incidente.
Los investigadores determinaron que Bustamante operaba de forma similar en otros restaurantes de la zona y recientemente había robado el bolso de una ciudadana española. Noem lo describió como un “delincuente profesional que ha vivido ilegalmente en EEUU durante años”.
El fiscal del distrito en Washington, Ed Martin, aseguró que “el sospechoso será juzgado con todo el peso de la ley”, mientras el caso continúa generando debate sobre la seguridad de altos funcionarios y las políticas migratorias.
