Un terremoto de magnitud 6,2 en la escala abierta de Richter sacudió este miércoles 23 de abril la ciudad de Estambul, dejando 151 personas heridas, pero sin víctimas mortales, según confirmó la oficina del gobernador Davut Gul. El epicentro se localizó en el mar de Mármara, frente a la localidad de Silivri, a una profundidad de 6,9 kilómetros.
Las autoridades turcas suspendieron las clases en educación primaria y secundaria durante al menos dos días en Estambul como medida preventiva. El ministro de Transportes e Infraestructuras, Abdulkadir Uraloglu, aseguró que las evaluaciones iniciales no revelaron daños en infraestructuras críticas como carreteras, aeropuertos o redes ferroviarias.
El seísmo principal fue seguido por 51 réplicas, la mayoría de magnitud 5,9, según informó el ministro del Interior, Ali Yerlikaya. El Instituto de Observación e Investigación de Terremotos de Kandilli señaló que varios temblores menores precedieron al sismo principal, incluyendo uno de magnitud 4.
“Todos los equipos de la AFAD y las instituciones relevantes iniciaron inspecciones de campo”, explicó Yerlikaya en la red social X. La Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias emitió una advertencia a los ciudadanos para que eviten entrar en edificios potencialmente dañados y mantenerse alejados de estructuras afectadas por el terremoto.
İstanbul Marmara Denizi Silivri’de 6️⃣.2️⃣ büyüklüğünde bir deprem meydana gelmiştir. Çevre illerden de hissedilen depremle ilgili olarak, AFAD ve ilgili kurumlarımızın tüm ekipleri saha taramalarına başlamıştır.
— Ali Yerlikaya (@AliYerlikaya) April 23, 2025
Depremden etkilenen vatandaşlarımıza geçmiş olsun dileklerimi…
El presidente Recep Tayyip Erdogan manifestó sus “mejores deseos” a los afectados y aseguró que sigue “de cerca” la evolución de la situación. A nivel internacional, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, expresó su solidaridad con el gobierno y el pueblo turco.
Este terremoto ocurre poco más de un año después de que Turquía sufriera dos devastadores sismos de magnitud 7,8 y 7,5 cerca de Gaziantep y Ekinozu, que causaron más de 51.000 muertes en el país y cerca de 8.500 en el norte de Siria en febrero de 2023.