En una sorprendente reunión durante la Asamblea Pública para la Regulación de Fenómenos Anómalos no Identificados en México, el periodista Jaime Maussan dejó a la audiencia atónita al presentar lo que él considera pruebas contundentes de vida extraterrestre en nuestro planeta.
Acompañado por el director del Instituto Científico para la Salud de la Secretaría de Marina de México, Maussan reveló evidencias forenses que podrían poner fin a uno de los misterios más persistentes de la humanidad: la posible existencia de vida extraterrestre en la Tierra.
Maussan tomó la palabra en primer lugar y presentó los fósiles de dos “seres no humanos”, asegurando que “no forman parte de nuestra evolución terrestre”. Según los análisis de carbono 14 realizados por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), estos fósiles tendrían una antigüedad de aproximadamente mil años.
Los cuerpos, de tamaño reducido y de origen desconocido, fueron descubiertos en Perú en 2017, enterrados en minas de diatomea, un suelo rico en algas fosilizadas que se utiliza comúnmente como fertilizante.
El experto José de Jesús Zalce, respaldado por diversas pruebas científicas, afirmó que los cuerpos en cuestión, con una longitud aproximada de 60 centímetros, “no guardan relación con el ser humano”.
Se realizaron pruebas de rayos X, tomografías, reconstrucciones tridimensionales, histología, análisis de carbono 14, así como análisis macroscópicos y microscópicos, antropología forense, anatomía comparada y análisis de ADN para llegar a esta conclusión. Todas las pruebas sugieren que estos “seres no humanos” están notablemente bien conservados gracias a la diatomea, lo que respalda la teoría de que tienen alrededor de 1,000 años de antigüedad.
