Asistir al ginecólogo es importante, a pesar de que no tener ningún malestar visible, pues nunca está de más una revisión o algún consejo para cuidar tu sexualidad y tu bienestar como mujer.
Por eso, aquí enlistamos las enfermedades más comunes que puedes prevenir asistiendo al consultorio de este especialista.
1.- Detección y tratamiento de cáncer cervico uterino.
En el mundo, el cervical es el tercer tipo de cáncer más común en las mujeres. Los cánceres cervicales comienzan en las células de la superficie del cuello uterino. Existen dos tipos de células en dicha superficie: escamosas y columnares. La mayoría de los cánceres de cuello uterino provienen de las células escamosas. Con una citología vaginal (mejor conocidas como pruebas de Papanicolau), puedes evitar su aparición o tener un tratamiento oportuno.
2.- Detección y Tratamiento del cáncer de mama.
Desde la adolescencia es necesario que se practique una vez al mes la autoexploración mamaria siguiendo la técnica correcta, así como la exploración por el ginecólogo dos veces al año, o cada 6 meses, otra herramienta muy útil es la realización del ultrasonido mamario desde la adolescencia hasta que lo indique su ginecólogo y se recomienda cuando menos una vez al año, la mastografía es otro estudio importante que se recomienda a partir de los 40 años una vez al año y en la mujeres que tienen antecedente de cáncer mamario a partir de los 35 años, no antes porque no se alcanza a ver nada y es radiación innecesaria.
3.- Detección y Tratamiento de Cáncer de endometrio, vulva, y ovarios.
Aunque nos son muy comunes, puedes prevenir este tipo de cáncer con un ultrasonido endovaginal que debe realizarse una vez al año en las pacientes que ya han iniciado con vida sexual activa. Para las mujeres que no han iniciado con vida sexual activa se puede practicar el ultrasonido pélvico que no es tan especifico como el anterior pero también es una herramienta muy útil. Y bueno para el cáncer de vulva o lesiones a ese nivel esta indicada la exploración por el ginecólogo dos veces al año y la realización de colposcopía que ofrece resultados muy útiles.
4.- Detección de infecciones vaginales.
La mayoría de las mujeres tienen una candidiasis vaginal. Candida albicans es un tipo común de hongo, que a menudo se encuentra en pequeñas cantidades en la vagina, la boca, el tubo digestivo y en la piel. La mayoría de las veces, no ocasiona infección ni síntomas. Para esto la realización de una exploración detallada con los estudios de exudado vaginal, cultivo del cuello del útero, etc., pueden ser de gran utilidad. Se recomienda el realizar este tipo de exploración dos veces al año.
5.- Desequilibrios hormonales.
Este tipo de desequilibrios se pueden manifestar en distintos males como: infertilidad, abortos repetitivos, aumento del peso, del vello, acne, caída de pelo, dolor en los senos, menstruaciones dolorosas, resequedad en la piel, cambios emocionales, depresión, disminución del deseo y la respuesta sexual. Para ello siempre está la sospecha clínica que es en base a las preguntas que se te hacen y a la exploración física, posterior a esto se te indicara un perfil hormonal completo por medio del cual se podrá llegar a un diagnóstico y por lo tanto tratamiento efectivo.
Una más: Detección de enfermedades en las que el tiempo sea fundamental para que sean curables y/o tratables.
Algunos de los males que puedes evitar o prevenir son los quistes en los ovarios o en las glándulas mamarias, miomas en el útero, o la presencia de enfermedades como la endometriosis.
Así que ya sabes, no olvides ir al ginecólogo para prevenir o obtener el tratamiento correcto. ¡Te ahorrará muchos dolores de cabeza, te sentirás mejor y prevendrás males que, de no detectarse a tiempo, pueden resultar fatales.