La ortorexia es un trastorno silencioso que se basa en la preocupación excesiva por el ejercicio físico y la alimentación que se lleva a cabo cada día.
Se trata de personas que han cruzado la línea y se han obsesionado con la alimentación saludable, siguiendo unos patrones muy similares a los de la bulimia y la anorexia, los cuales pueden generar afecciones tanto a nivel físico como psicológico, a un punto alto de gravedad.
“Este trastorno suele derivar en pérdidas de peso muy rápidas y pronunciadas, falta de energía, fatiga y mayor facilidad para sufrir lesiones, unido a la ejecución excesiva de deporte sin estar bien nutridos”, advirtió la Dra. Cecilia Sanz García, médica especialista en Aparato Digestivo.
Esto no quiere decir que alimentarse bien está mal, o que hacer ejercicio es perjudicial. Hay que tener especial cuidado cuando mantener una vida saludable se empieza a convertir en un trastorno obsesivo compulsivo, que por no hacerlo empieza a generar sentimientos de frustración o culpa.
Por otra parte, “reducir la ingesta de alimentos por debajo de las necesidades calóricas y nutricionales puede llevar a alteraciones metabólicas que impiden al organismo funcionar correctamente y al desarrollo de enfermedades digestivas, renales o cardíacas” afirmó la especialista.