#Noticias| A través las redes sociales circulan videos de los talibanes entre las edades 18 y 52 años, en el parque situado cerca del lago Qargha, en las afueras de Kabul. El lugar, por lo general, atrae a familias y niños que vienen a divertirse en atracciones como el barco, carrusel, montañas rusas o la rueda de la fortuna.
Con rifles de asalto AK-47 y M4 atados al pecho, los soldados se aferran a los coloridos bancos de acero mientras son lanzados de un lado a otro, con sus bufandas ondeando al viento. Los soldados ya celebraron su victoria a mediados de agosto montándose en autos de choque y tiovivos armados en unas imágenes que dieron la vuelta al mundo.
Unas escenas que no dejan de sorprender teniendo en cuenta que gran parte de la población teme por el retroceso de sus libertades. Pese a que los islamistas radicales prometieron un gobierno moderado, lejos de la opresión que marcó la década de los noventa, ya han excluido las niñas de las escuelas y en los deportes.
Desde entonces, los afganos temen volver al régimen brutalmente opresivo del grupo en la década de 1990, cuando prohibieron la música, la fotografía, la televisión e incluso los juegos infantiles, como el vuelo de cometas.
Los combatientes de todo el país acudieron en masa a Kabul después de que los radicales islamistas se hicieran con el poder a mediados de agosto, y muchos de ellos nunca habían estado en un parque de atracciones.