Montería. Han pasado tres años del primer reclamo público que hicieron un nutrido grupo de mujeres víctimas de los paramilitares para que fuera desmontado en Montería el monumento de la paz, una estatua que referencian las féminas como una escultura que hace ‘honor’ a los paramilitares.
Sin embargo, y a pesar de reclamos y derechos de petición, el monumento se sostiene erigido en la glorieta de la calle principal del barrio La Granja de Montería, a un costado de las instalaciones de las oficinas de la Sijín, La Fiscalía y el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses.
Hoy, cuando esos ciudadanos vulnerados por los ‘paras’ salgan a marchar en desarrollo de la conmemoración del día nacional de la memoria y solidaridad con las víctimas, se encontrarán nuevamente con el monumento que les recuerda quienes bajo la intimidación y las armas atropellaron, amenazaron, despojaron de sus propiedades, asesinaron y frustraron los sueños de miles de familias campesinas de este departamento.
El polémico monumento de la paz, se encuentra en el mismo sitio que hace tres años fue una estación obligada de la marcha de las víctimas en Montería. Está intacto y sigue representado la unión de un campesino y un hombre uniformado con un fusil en la mano izquierda, mientras su brazo derecho se mantiene elevado en señal de victoria.
Sin embargo, para las víctimas es la representación de las Autodefensas Campesinas De Córdoba y Urabá, construido hace trece años por orden del asesinado jefe máximo de los grupos paramilitares, Carlos Castaño Gil.
El pasado 6 de marzo del año 2012, fue el primer reclamo para que ese monumento fuese derribado.
Frente a la estatua leyeron un derecho de petición al gobierno local para que lo desmontara argumentando la vulneración del derecho fundamental a la dignidad humana de las víctimas, pero el reclamo evidentemente no tuvo efectos.
Para la época solicitaron sustituir esa escultura por una que hiciera homenaje a las víctimas que han perdido la vida en el proceso de reclamar sus derechos, como el caso emblemático de Yolanda Izquierdo, líder de la Organización Popular de Vivienda, (OPV) en Córdoba, que lideró la restitución de predios de familias desplazadas.
Izquierdo Berrío, fue asesinada un 31 de enero del año 2007, cuando salía a la puerta de su residencia en el barrio Rancho Grande de Montería.