El mercado laboral de Montería presenta un panorama de claroscuros, con sectores que impulsan la creación de empleo, mientras otros experimentan retrocesos significativos, según el más reciente informe del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE).
Andrea Ramírez, subdirectora del DANE, destacó los contrastes en la dinámica laboral de la capital cordobesa: “Alojamientos y servicios de comida fueron los que más aportaron con respecto a personas ocupadas. Industria manufacturera y también transporte y saneamiento siguieron en la lista”.
Estos sectores emergieron como los motores principales de la generación de empleo en la ciudad, contribuyendo a la reducción de la tasa de desocupación, que pasó del 13.1% al 10.8% en el último año.
Sin embargo, no todas las noticias son positivas. Ramírez señaló: “Cuando uno mira cuáles son las que bajaron o las que contribuyeron negativamente a esta ocupación, tenemos tres ramas bastante importantes. Por un lado, está el comercio, que fue la que más bajó en su número de ocupados”.
El sector comercial, tradicionalmente un pilar relevante de la economía local, experimenta una contracción significativa en términos de empleo. Esta situación podría reflejar cambios en los patrones de consumo.
Además del comercio, la funcionaria del DANE identificó otros sectores en declive: “Construcción también y las actividades profesionales, científicas, técnicas y todo este tipo de servicios” mostraron una disminución en el número de ocupados.
La caída en el sector de la construcción es particularmente notable, dado su papel habitual como generador de empleo y su efecto multiplicador en la economía. Por su parte, la reducción en actividades profesionales y técnicas podría indicar una transformación en la demanda de habilidades en el mercado laboral monteriano.
Estos contrastes sectoriales plantean interrogantes sobre la dirección que está tomando la economía local. Mientras los servicios de alojamiento y comida, posiblemente impulsados por el turismo y la recuperación post-pandemia, muestran un crecimiento robusto, sectores tradicionalmente fuertes como el comercio y la construcción enfrentan desafíos.
El informe del DANE revela una tasa global de participación que aumentó 2.3 puntos y una tasa de ocupación que creció 3.5 puntos, indicando una mayor actividad económica general. Sin embargo, estos incrementos no se distribuyen uniformemente entre los sectores económicos.
