Montería. Desde el año 2008 varias entidades trabajan con un grueso número de familias que antes se dedicaban a la caza de la Tortuga de Río, una especie que sólo habita en las cuencas de los ríos Sinú, San Jorge y Magdalena, y que hoy se encuentra dentro de la lista negra de las especies amenazadas.
La Fundación Omacha con el apoyo de la empresa Urrá y de la Corporación Autónoma Regional de los Valles del Sinú y San Jorge CVS, lideran el proceso de repoblamiento y conservación, vinculando a quienes antes se dedicaban a cazarlas.
En las comunidades de Caño Viejo, San Nicolás de Bari, Cotocá y Las Palomas existen comités de conservación conformados por antiguos cazadores que hoy son los guardianes de este animal que sólo habita en Colombia.
Pero el trabajo no ha sido fácil, pues la Tortuga de Río sigue amenazada por la caza indiscriminada, la extracción de arena y las constantes fluctuaciones del caudal del Sinú.
Creando cultura ambiental

Según Dalila Caicedo Herrera, Directora Ejecutiva de la Fundación Omacha, el logro más importantes del trabajo es el fortalecimiento de los procesos de correspondencia ambiental entre las comunidades y la especie amenazada.
“Queremos que la gente aprenda a cuidarlas y sobre todo a ser parte del proceso conservacionista, dejando atrás las antiguas prácticas de caza que ocasionaron una reducción notable en la población de tortugas”, señaló.
La Tortuga de Río tiene una labor importante dentro del equilibrio del ecosistema de la cuenca del Sinú, los expertos de Omacha, aseguran que el excremento de esta, sirve como alimento de los peces.
En cuatro o cinco años alcanzan edad de reproducción, contribuyendo con el desarrollo de los procesos de repoblamiento piscícola.
Son liberadas en las mismas playas donde se recogen las nidadas, pues al encontrase con las tortugas adultas, conocen las rutas de migración.
Este reptil se mueve en cortos trayectos de hasta sitios 30 kilómetros para desovar en las llamadas playas que se forman en el río cuando en cauce baja.
Extracción minera y caza, las amenazas

Anualmente se liberan entre 300 y 1000 neonatos de Tortugas de Río, en las poblaciones que hacen parte del programa, de ese total, se estima que solo el 40% logra sobrevivir y alcanzar la edad adulta.
A esta gran tasa de mortalidad, se suma también que la caza indiscriminada, aún se resiste a desaparecer, “Son ya pocas las personas que las cazan, pero todavía se presenta sobretodo en Semana Santa”, asegura Cristóbal Rodríguez Hernández, Representante Legal del Comité de Pescadores del corregimiento Las Palomas.
Cristóbal, cuenta que en Semana Santa, un huevo de tortuga puede costar hasta 1000 pesos, y un espécimen adulto es comercializado hasta en 50 mil pesos.
Pero la caza, no es el único obstáculo en la lucha contracorriente de la Tortuga de Río. La extracción de arena y material de arrastre es una actividad de la cual dependen la mayoría de familias de estas poblaciones ribereñas, pero que ocasiona un grave daño a la especie, debido a que las nidadas de tortuga son destruidas en el proceso de extracción de la arena.
Rafael Espinosa, biólogo marino y subdirector de gestión ambiental de las Corporación CVS, explicó que el otro factor de amenaza para la tortuga de río es la constante fluctuación del caudal del Sinú.
El experto asegura que antes este era un ciclo natural que coincidía con la época de apareamiento y desove, pero con la actividad reguladora de la Hidroeléctrica Urrá, las crecientes súbitas, arrastran los nidos, cortando la primera fase de su ciclo vital.
Falta mucho, pero se va por buen camino

Los esfuerzos de las entidades involucradas en el proceso de conservación de la Tortuga de Río, son muy significativos, muestra de ellos es que antiguos cazadores sean hoy los guardianes de la especie.
Muchas familias guardan los huevos de las tortugas que encuentran en las playas del río, las incuban y cuando estas nacen las devuelven a su habitad natural.
Con proyectos productivos en el sector piscícola se ha incentivado a los pescadores a dejar la caza de tortugas.
Los expertos de Omacha y de la CVS coinciden en que sería aventurado decir cuándo saldría la Tortuga de Río del listado de especies en vía de extinción, pero manifiestan que el primer paso y el más importante es crear conciencia ambiental.