Hoy, 15 de diciembre, se cumple el primer plazo legal para llegar a un acuerdo sobre el salario mínimo de 2025 en Colombia. En las últimas semanas, representantes de los gremios empresariales, las centrales obreras y el Gobierno han presentado sus propuestas, pero aún persisten diferencias sobre el porcentaje de aumento.
Por un lado, la Asociación Colombiana de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (ACOPI) ha propuesto un incremento del 5,2%, basado en la inflación proyectada por el Banco de la República.
Según Rodolfo Correa, presidente de ACOPI, este aumento es necesario para no afectar a las pequeñas empresas, que, según él, asumirían las consecuencias directas de un incremento mayor.
Correa aseguró que, aunque las demás organizaciones no compartan su propuesta, su gremio tiene el derecho de presentar sus propios términos, sin que esto implique descalificar a las otras partes.
En contraste, las centrales obreras, representadas por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), han planteado un aumento del 12% en el salario mínimo. Fabio Arias, presidente de la CUT, explicó que esta cifra busca proteger el poder adquisitivo de los trabajadores frente al aumento del costo de vida.
Además, las centrales obreras han presentado medidas complementarias para mantener el poder adquisitivo, como la revisión de los cánones de arrendamiento y los incrementos en productos regulados por el Estado. Arias destacó que, además del salario mínimo, buscan un ajuste en las pensiones y un alivio para los trabajadores en términos de salud y cotizaciones.
Con estas propuestas en la mesa, la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, indicó que el margen de negociación está entre el 5,2% de ACOPI y el 12% de las centrales obreras.
Este rango, explicó la ministra, establece un “piso” y un “techo” para las negociaciones, que continuarán en los próximos días con la esperanza de llegar a un consenso. Sin embargo, si no se alcanza un acuerdo antes del 30 de diciembre, el Gobierno expedirá un decreto que fijará el salario mínimo para el 2025.