En toda la Región Caribe hay cerca de 75 mil pescadores artesanales que están afectados por las consecuencias derivadas del Fenómeno del Niño.
La crisis que atraviesa este sector de la economía colombiana se deriva de la sequía en los afluentes y cuerpos de agua, deterioro en los ecosistemas pesqueros, así como escasez de peces.
Esta situación trae consigo pérdidas económicas e inseguridad alimentaria para las familias que se dedican a la pesca artesanal en los ríos Sinú, San Jorge, Cauca y Magdalena, así como en la zona marítima de las costas.
“Hoy están en esta situación de crisis sobre la actividad pesquera, puesto que no hay las condiciones ambientales para ejercerla. La comunidad que ejerce esta actividad sufre trastornos en temas que tienen que ver con la seguridad y soberanía a alimentaria”, indicó Omar Guarín Villazón, presidente de la Confederación Mesa Nacional de Pesca Artesanal de Colombia.
Guarín también indicó que se adelantan reuniones con en Gobierno Nacional para implementar medidas que acompañen a los pescadores y así puedan superar la difícil situación que atraviesan, como la puesta en marcha de actividades alternas y la recuperación de los ecosistemas acuáticos.
“Que se le haga ese trabajo de mantenimiento y recuperación del área de pesca, generando mano de obra, empleo para los pescadores y sus familias, que permita suplementar, sustituir, la faena y la captura de peces que en estos momentos es difícil de hacer por el fenómeno del niño”.
Además, reiteró la importancia de que las políticas públicas partan del ordenamiento del territorio alrededor del agua, propuesta que el gremio llevará al Gobierno Nacional en una reunión que sostendrán en las próximas semanas, para encontrar soluciones estructurales para las afectaciones en la actividad pesquera.
