El presidente Gustavo Petro pidió al Papa León XIV que el Vaticano se convierta en la nueva sede de las conversaciones de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), durante un encuentro oficial en el que también denunció una “masacre de 100 campesinos en Catatumbo” atribuida al grupo guerrillero.
Petro expresó su preocupación por el deterioro del proceso de paz y acusó al ELN de abandonar sus principios revolucionarios.
“Se olvidó la teoría del amor eficaz, que no es más que el amor a los pobres, la opción preferencial por los pobres”, declaró el mandatario, quien añadió que la guerrilla “cambió las banderas del cambio y la transformación por las banderas de los traquetos mexicanos”.

El presidente agradeció a Cuba y Venezuela por brindar su territorio para las conversaciones, reconociendo “el sufrimiento” de estos países anfitriones. Sin embargo, considera que el Vaticano ofrece un ambiente más propicio para retomar las negociaciones bajo una perspectiva espiritual.
“¿Cómo podría el Vaticano ser la sede de las nuevas conversaciones de paz? Puede ser una ingenuidad mía, bajo la creencia que el espíritu del amor eficaz cubra la codicia y nos lleve a la paz”, planteó Petro al pontífice durante su audiencia.

El mandatario también conversó sobre este tema con la Comunidad de San Egidio, una organización católica con experiencia en mediación internacional. Petro describió al Vaticano como “un mundo de poder” con “poderes cruzados”, lo que podría brindar una nueva dinámica a las conversaciones.
Los diálogos de paz con el ELN enfrentan su peor crisis desde que se reanudaron en 2022, con múltiples episodios de violencia en territorios donde opera la guerrilla, especialmente en Norte de Santander y la región del Catatumbo.