Por Jairo Torres Oviedo
Rector de la Univesidad de Córdoba
Recientemente, el Congreso de la República aprobó la Ley sobre el Plan Nacional de Desarrollo PND 2022 – 2026 Colombia, potencia mundial de la vida, que, concibe la educación como un derecho fundamental progresivo, soportado en cuatro pilares: 1. Educación superior de calidad, pertinente y gratuita; con una apuesta de ampliación de cobertura. 2. Educación básica y media de calidad; que incluye, formación y vinculación de nuevos docentes, mejorar condiciones de infraestructura física, reformas curriculares y reformar el Sistema General de Participación. 3. Plan de alimentación escolar, que garantice seguridad alimentaria a los niños y niñas dentro del sistema escolar. 4. Educación para la paz y la convivencia. Estos pilares están bien definidos, trazan la hoja de ruta, por donde debe avanzar la educación.
Define, qué se debe hacer; aunque las estrategias de implementación; en especial, en educación superior pública, que siguen siendo confusas, fragmentadas y sin priorizar estratégicamente.
En los nueve meses de gobierno, lo planteado en materia de educación superior pública ha quedado en propuestas y discursos cargado de buenas intenciones.
No tenemos avances, y mucho menos resultados en materia de ampliación de cobertura; no se ha iniciado la construcción de las nuevas sedes universitarias regionales; la reforma del Artículo 86 y 87 de la Ley 30 naufraga sin iniciar su trámite en el Congreso, postergando con ello, la construcción de un modelo de sostenibilidad financiera de la universidad pública; además, no han definido la reconceptualización del Sistema de Aseguramiento de la Calidad; racionalizando procesos y trámites enfocados a una gestión del fomento de la calidad, que haga posible el mejoramiento continuo de los procesos misionales en la educación superior; es decir, una política de aseguramiento de la calidad con énfasis en excelentes resultados no solo, en la inspección y vigilancia que ha sido el modelo dominante.
En cuanto a la gratuidad de la matrícula para estudiantes de las universidades públicas, se logró convertirla en política pública de Estado, que garantiza su continuidad y permanencia; ampliación de recursos para funcionamiento, el 5% adicional al IPC.
En este sentido, con la reciente aprobación del Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026; desde el sistema mixto de educación superior esperamos contribuir con nuestras experiencias y capacidades, en su implementación; como ha señalado el señor presidente de la república, con la aprobación del Plan Nacional de Desarrollo inicia en firme la construcción de su gobierno, y con ello, los cambios y reformas demandadas por el sector.
La hoja de ruta propuesta en el PND en los próximos años exige un liderazgo amplio y vinculante desde el Ministerio de Educación Nacional, que involucre de manera concertada a los actores organizados del sector. El PND es amplio y ambicioso en materia de ampliación de cobertura, infraestructura, regionalización, financiamiento, integración de los niveles del sector; que tiene como finalidad, garantizar la educación superior como un derecho fundamental de manera progresiva.
El PND, en materia de educación superior contiene los cambios y transformaciones que por décadas hemos demandado; en consecuencia, su realización implica un liderazgo amplio, que incluya la diversidad y pluralidad del sector. Necesitamos una educación de calidad y pertinente al alcance de los jóvenes.