El periodismo aporta a la construcción de realidades sociales y se convierte en un actor territorial protagonista visibilizando hechos con los que se pueden validar conductas, reafirmar estereotipos o abrir espacios que permitan a la ciudadanía la comprensión de lo qué está ocurriendo para tomar decisiones y desarrollar el libre ejercicio de sus derechos. Son muchas las responsabilidades que se les atribuyen a los periodistas, en contraste con la agitada labor que realizan en un ambiente en el que lastimosamente no hay mucho tiempo y espacio para revisiones profundas de la tarea informativa.
La tarea contrarreloj de informar y las responsabilidades que se asumen con las comunidades, obligan a los periodistas a hacer el ejercicio de detenerse para repensar el oficio. Un tema puntual es informar sobre género y violencias contra las mujeres, más allá de juzgar o analizar casos de las noticias. A continuación dejaré algunas reflexiones hechas por Mónica González, periodista de Ciper (Chile), y del Manual pistas para narrar historias con enfoque de género desde los derechos, editado por la organización Consejo de Redacción. Herramientas importantes para consultar en las salas de redacción. https://fundaciongabo.org/es/noticias/articulo/6-recomendaciones-de-monica-gonzalez-para-abordar-temas-de-genero
Mónica González recomienda “darle la vuelta a la forma de contarlo todo: desde los feminicidios, hasta las historias que hay detrás de los casos terribles o de las cifras que dicen que la mujer de hoy lleva las riendas de la familia. Es necesario llegar al origen de la ley, saber quién la propone. Y luego, desde el periodismo, tratar de responder ciertas preguntas clave: ¿Cómo hacer para que los hombres que cometen estos delitos finalmente paguen? ¿Cómo obligar al Estado a que lo garantice? ¿Qué puedo hacer para que se preocupen por diseñar políticas públicas que realmente enfrenten estas realidades?”
Otros retos importantes que plantea son: desmenuzar el miedo y dar la ‘pelea’ en la redacción. González asegura que es responsabilidad de los periodistas indagar en el silencio y el miedo de las mujeres como una forma de romper el silencio colectivo y la normalización de la violencia. Lo que requiere tiempo, respeto y delicadeza al narrar. Por otro lado, está la naturalización de la violencia en las salas de redacción, que es una barrera para poner en la agenda de los medios los temas de género.
“Si en una reunión de pauta donde hay mayoría de hombres, una reportera o editora propone el tema de una joven que fue violada por dos chicos, todos en situación de calle, y la respuesta es negativa porque se trata de “drogadictos” o “indigentes”, “acostumbrados a vivir así”, y además se lo dicen a modo de broma, para suavizar la situación, ¿qué harías tú? La respuesta para ella es clara: “nunca sonrías. Sigue firme con tu idea de mirar la historia que está detrás: quiénes son, dónde nacieron, cómo llegaron a la calle, cómo viven así. Pregúntales: ¿Saben lo que significa sobrevivir en la calle? ¿Saben cuántas personas están así en este país? Transformarás interrogantes en argumentos sólidos y razones para investigar”.
Por otro lado, la Red de Periodistas con Visión de Género dio a conocer 20 razones y estrategias para garantizar los derechos de las mujeres en el cubrimiento de la paz, en marco del documento Manual pistas para narrar historias con enfoque de género desde los derechos.
A continuación dejaré algunas de estas razones y el link donde podrán encontrar más información del tema http://www.consejoderedaccion.org/webs/periodismoygenero/Pistas-para-narrar-historias-con-enfoque-genero.pdf :
- Desnaturalizar toda forma de violencia contra las mujeres y promover desde el ejercicio de la comunicación la indignación, la denuncia, la visibilización y la acción pública. Esto requiere información sobre los avances jurídicos para su prevención y atención, ofreciendo herramientas y soluciones para sus víctimas y sobrevivientes.
- Contextualizar los testimonios de las mujeres desde la configuración sociocultural y con el uso y contraste de cifras desagregadas.
- Crear una amplia base de datos que permita consultar fuentes femeninas conocedoras de las problemáticas del país y capaces de incorporar el enfoque de género y de los derechos de las mujeres en la información.
- Hacer Uso consciente del lenguaje. El lenguaje construye realidades y muchas son de discriminación. Nombrar el mundo en femenino y no solo en masculino es visibilizar a las mujeres y reconocerlas como iguales en la diferencia.
- Nombrar con precisión los casos de feminicidio no como “crímenes pasionales o por amor”. La pasión y el amor no matan; el machismo sí.
- Desarrollar Redes de intercambio entre periodistas, hombres y mujeres, de distintos países para avanzar juntos/as hacia la construcción de una cultura de la paz.
Que el día a día no los haga olvidar de la importante función que tienen como periodistas y más en un departamento donde en el año 2018 fueron asesinadas 29 mujeres; y en el 2019, hasta el mes de mayo, la cuenta ascendía a seis. Recuerda: Antes de escribir una noticia detente.