Mujer indígena entre lo cultural y lo humano

Por: Dary Esther Garnautt Pastrana Cabildo Indígena Zenú María Solipá


“No doctora, eso es peor, cuando uno denuncia no le paran bolas, no ve que yo soy indígena y las leyes de nosotros están hechas para los machos”.

Eso fue lo que me respondió una mujer indígena cuando le pregunté ¿Por qué no denunciaba a su marido si la maltrataba? Su respuesta me impactó, me dejó muda por un largo rato y no porque no le creyera o me pareciera irreal, no, es solo que me di cuenta lo que representa ser indígena y formada en la ciudad, como es mi caso; y ser criada y formada en el territorio indígena ancestral, en el pueblo o la vereda bajo el yugo del patriarcado indígena en donde la mujer recibe un trato igual que el de un objeto más de propiedad del hombre.

Comprobé que la violencia contra la mujer indígena, en razón de tu etnia, es mucho más fuerte de lo que vemos y conocemos a diario en Colombia y en el mundo. Confirmarlo me duele más y mi impotencia ante tal situación parece no tener esperanzas, pero me niego a aceptarlo y reafirmo lo que siempre he pensado y expresado en diferentes escenarios donde nos hemos reunido a hablar del tema y sus posibles soluciones.

¡La esperanza está en la educación! Formar a las nuevas generaciones en el reconocimiento de sus derechos y deberes debe generar un verdadero cambio y poder lograr algún día, ojalá no tan lejano, romper con los imaginarios culturales machista y patriarcales que en nuestras comunidades indígenas han dejado un saldo muy alto de violencia y quizá hasta muerte.

Los pueblos y comunidades indígenas en Colombia tienen autonomía, gobierno propio y sus autoridades pueden ejercer funciones jurisdiccionales dentro de sus territorios, así lo expresa el artículo 246 de la Constitución de 1991, pero esta autonomía debe ser en concordancia con la carta universal de los Derechos Humanos de las mujeres, lo cual no van en contravía del ejercicio de autoridad en los hombres de la comunidad. No existe peor situación de desprotección que la de la mujer indígena en nuestro país.

En este momento el llamado es a humanizar los usos y costumbres de nuestras comunidades indígenas, lo cultural no puede ir en contra de los derechos que tenemos tanto hombres como mujeres a ser tratados en igualdad de condiciones, que el ser mujer no sea un riesgo ni nos convierte en menos o más que los hombres.

Aún queda en mi mente una pregunta y me gustaría que los juristas me ayuden a darle respuesta ¿hay algo que se pueda hacer para liberar a estas mujeres miembros de estas comunidades con gobiernos propios de ese yugo de poder patriarcal?