La visión es el catalejo de mi marca personal

FOCUS ¿Qué es una visión? En la forja de una marca personal, es crucial tener claro cuál es el talento de uno, dado que ello es lo que sostiene el deseo.  Dicha claridad establece el ejercicio de la visión de la marca. Nuestros ancestros tenían presente que siempre hay que tener algo para hacer mañana.  Este estilo de pensar me hace resaltar la sabiduría popular, dado que ella nos enseña que quien tiene algo en proceso para el día siguiente, está conectado con el futuro.  Vive no solo el presente, también vive desde ya en el porvenir. Independiente de si
9 años atrás

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¿Qué es una visión?

Por: Marcos Velásquez
Por: Marcos Velásquez

En la forja de una marca personal, es crucial tener claro cuál es el talento de uno, dado que ello es lo que sostiene el deseo.  Dicha claridad establece el ejercicio de la visión de la marca.

Nuestros ancestros tenían presente que siempre hay que tener algo para hacer mañana.  Este estilo de pensar me hace resaltar la sabiduría popular, dado que ella nos enseña que quien tiene algo en proceso para el día siguiente, está conectado con el futuro.  Vive no solo el presente, también vive desde ya en el porvenir.

Independiente de si para mañana tengo que resolver dificultades o terminar de hacer una tarea, pensar en el mañana me conecta con la continuidad de mis días.

Ese ejercicio hace posible que la vida me empuje hacia un día más.  Lo cual, dentro de la forja de una marca personal, a mi modo de leer el asunto, apunta a la responsabilidad que adquiero con mis propósitos o gestiones.

Ello le imprime energía a los desbalances de los ideales, en el sentido que, si las cosas no marchan bien, por lo pronto la dinámica de mi trabajo me instaura el mecanismo de la esperanza de que mañana se podrá resolver, lo que me libera un poco del peso de la frustración y me conecta una vez más con la tarea, alejándome de la parálisis en la que puedo caer gracias al peso de lo real.

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De éste modo, cimentar una visión en marca personal es crucial, dado que si mi misión está centrada en hacer existir mi talento, a partir de la construcción del lazo social con mis consumidores, mi visión es y será la que me oriente en el sostenimiento de sus necesidades, en relación a lo que yo les puedo ofrecer.

De igual modo, mi visión es el punto de fuga donde se han de encontrar mi deseo y su materialización en lo real.  En otras palabras, ella será siempre la luz que ilumine mis pasos a pesar de que la oscuridad aflore.

Ken Blanchard, en su libro ¡A todo vapor!, trabajando con Josse Stoner, plantean que <<la visión es saber quién es uno, hacia dónde se dirige y qué va a guiar el viaje>>.

Esta definición me permite subrayar que, en marca personal, se ha de tener claridad en ¿qué es lo que le ofrezco a mí mercado?, tener presente cuál es mi talento.  He de saber ¿cuál es mi mercado?, ¿quiénes son mis consumidores?  Y  he de conocer y prever cómo voy a sostener su demanda, es decir, descifrar cuál es el valor agregado que voy a dedicarles a ellos a través del tiempo.

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Planear el futuro viviendo el presente.

En éste orden, la visión es la herramienta estratégica que me permite estar centrado en mi presente construyendo mi futuro.

Ella es el catalejo de nuestro deseo, dado que para construir una visión con sentido crítico y real, se ha de evaluar el presente.  Sin un discernimiento oportuno sobre el presente, no se puede construir, evaluar o reflexionar una visión.

Pensar en la visión de mi marca personal, implica que yo diserte sobre las circunstancias que me abordan en mi presente, con el fin de esclarecer dentro de éstas, cuáles son problemas reales a solucionar y cuáles son problemas imaginarios en los que me dejo en volver, por no tener el buen habito de escucharme y cuestionar las circunstancias en las que me encuentro.

En otras palabras, la construcción y evaluación metódica de mi visión, me permite vivir mi presente con un sentido de opciones futuras.  Si mi presente marcha dentro de lo estipulado, la ruta de mi nave (mi deseo) va hacia el puerto que yo lo he direccionado, a pesar de la temporalidad del océano de la vida.

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Si mi presente está enlodado, estancado y mi queja o mi frustración son quienes me acompañan, paralizando mis días, haciéndolos densos e insoportables interrumpiendo la naturaleza de que fluyan hacia adelante, a lo sumo, es porque yo no sé hacia donde quiero ir o no tengo claro el puerto a donde quiero llegar.

De éste modo, la construcción de mi visión es mi responsabilidad, dado que si en el presente algo funciona como yo no quiero, es porque soy yo quien permitió que el tiempo me llevara a donde me encuentro.  Independiente si se trata de algo fortuito del revés de la vida, dado que ello es una enseñanza que me ha de empujar a superar los obstáculos para continuar con mi viaje.

Nadie está exento de naufragar, pero cada uno de nosotros sí es responsable de qué es lo que va a ser con los restos de su navío si desea continuar su camino.

Por ello estimo oportuno resaltar la frase de Blanchard en el libro ya citado, para insistir en la importancia de la visión en la vida de quien asume su marca personal: la visión es <<aprender del pasado, planear el futuro y vivir el presente>>.

marcosvelasquezoficial@gmail.com

Twitter: @MARCOS_V_M

 

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