La transparencia es una obligación, no una opción. En ocasiones en nuestro Caribe algunos lo ven como un favor. Pues no, la transparencia es la moneda que pedimos a cambio cuando le entregamos -por medio del voto- el poder a personas para que administren los recursos públicos. La transparencia es constante, así como lo es la gestión de lo público. Pedir transparencia no es un capricho, ni mucho menos una obstinación de hacer oposición.
Sin transparencia no podemos contestar varias preguntas. Por ejemplo: ¿cuántos recursos tienen los departamentos? ¿Cómo contratan? ¿A quiénes contratan? ¿a quiénes beneficia una política pública? ¿Cuán rápido podemos disminuir la pobreza? ¿Cuánta inversión en regalías hay para nuestros municipios? El acceso de la información pública a toda la ciudadanía es la premisa mínima para que podamos participar en las decisiones de lo público.
Déjenme mostrarles el siguiente cuadro para reiterar la importancia de la transparencia.
Planes Plurianuales de Inversión de los Planes de Desarrollo de los departamentos del Caribe
Departamento | Plan de Desarrollo 2016-2019 | Plan Plurianual de Inversiones | No. de habitantes |
Atlántico | Atlántico líder | 10.912.981 | 2.517.897 |
Bolívar | Bolívar si avanza | 3.850.155 | 2.146.696 |
Córdoba | Unidos por Córdoba | 3.721.187 | 1.762.530 |
Magdalena | Magdalena lo Social es la vía | 2.482.070 | 1.285.384 |
Cesar | El camino del desarrollo y la paz | 2.561.541 | 1.053.475 |
La Guajira | Oportunidad para todos | 1.527.361 | 1.012.926 |
Sucre | Sucre progresa en paz | 3.411.517 | 868.434 |
Cifras en millones de pesos
Lo que vemos son los planes de desarrollo de los departamentos del Caribe, y cuánta plata pública hay para 4 años. Lo pueden observar en los planes plurianuales de inversión. Lo primero que miro en un Plan es ¿cuántos recursos hay? y ¿en qué ejes temáticos se van a invertir? Hay varias sorpresas en esto. Sucre, el departamento de menor población en el Caribe, no tiene el menor presupuesto, lo tiene La Guajira. Córdoba tiene tanto presupuesto como Bolívar. Magdalena y Cesar, son similares, cuentan con 2,5 billones de pesos para invertir en 4 años.
Con acceso a la información podemos saber ¿cómo se invierten los recursos públicos?, ¿cuáles son las estrategias para mejorar la calidad de vida de los habitantes?, y ¿cómo harán eso posible? Sin pedir la moneda de la transparencia, dejamos a pocos tomar decisiones, sobre nuestros recursos.
Ahora bien, ¿por qué menciono esto? Porque parece que no nos están dando esta moneda. Voy a tomar como referencia el Índice de Transparencia de las Entidades Públicas (ITEP) de 2015-2016 de la Corporación Transparencia por Colombia. Lo primero que debo decir es que esta herramienta identifica riesgos de corrupción asociados a la gestión pública bajo tres factores de evaluación: i) visibilidad; ii) institucionalidad y iii) control y sanción. No mide hechos de corrupción.
Vayamos a los datos. De los 32 departamentos, el de mejor puntaje es Atlántico y se ubica en el puesto 14. El resto de los departamentos del Caribe están en los últimos 10 lugares del índice, así: Cesar (22); Bolívar (23); Córdoba (25); Sucre (26); Magdalena (28) y La Guajira (31). Esto quiere decir que están en alto riesgo de corrupción los departamentos del Caribe, excepto Atlántico que tiene riesgo medio y La Guajira, que lleva la peor parte, con un muy alto riesgo de corrupción.
Índice de Transparencia Departamental (2015-2016). Riesgo de corrupción en Gobernaciones
Fuente: Elaboración propia con base en el Índice de Transparencia Departamental 2015-2016. Transparencia por Colombia. |
Ahora bien, relacionemos esto con la pobreza. En el pasado artículo, lecciones de la consulta anticorrupción para el Caribe mencionaba como dentro de los diez departamentos con mayor pobreza en Colombia hay seis del Caribe (La Guajira, Magdalena, Córdoba, Sucre, Cesar y Bolívar). ¿No les parece que meremos más transparencia de parte de las administraciones públicas para poder saber que camino tomamos para vencer a la pobreza?
Sin información, ni rendición de cuentas es como si construyeran un muro casi imposible de pasar. Ese muro es la diferencia entre participar o no en las decisiones de una Gobernación o Alcaldía. Ahora que estamos en el tercer año del mandato de gobernadores y alcaldes, la información es vital. Con ella sabremos si sus promesas en campaña fueron solo eso, o si cumplieron con la confianza que le dimos cuando votamos. Este es el momento para evaluar a nuestros mandatarios, y, también de reflexionar si queremos mantener o cambiar el camino hacia el desarrollo que nos han entregado en los últimos tres años.
Es un contexto apropiado para que nos muestren estrategias que fortalezcan la visibilidad de las acciones públicas; mejoren la capacidad institucional de las administraciones y, sobre todo, nos rindan cuentas. En esto, debemos incluir a los congresistas, quienes tienen una responsabilidad en lo público. El balón también está del lado de la ciudadanía. Pidamos la valiosa moneda de la transparencia.
Mario Ruiz Soto
Profesional en Gobierno y Relaciones Internacionales
Universidad Externado de Colombia
Twitter @marioruizsoto