La Negra

Por: Rodrigo Acevedo Marsiglia


Opinión. ¡Negra! Es usual escuchar en nuestro medio, el uso constante de este término, que, de manera especial, utilizamos para referirnos a las mujeres de apariencia y de piel de “color.” así, lo hemos hecho a lo largo de la historia de la humanidad, aunque en realidad; hablar de la mujer negra; es mantener vivo ese devenir de herencias culturales, enmarcado por estereotipos y perjuicios, asociados al racismo considerado, como esa ideología que defiende la superioridad de una raza frente a las demás.

Siendo este el motivo por el cual; la mujer negra se ha mantenido en pie de lucha por la defensa de sus derechos y por conservar su propia identidad. Hoy celebramos el día de La Mujer Afrolatina y Afrocaribeña, fecha conmemorativa que surge el 25 de julio de 1992, en República Dominicana, tras el encuentro de un grupo de mujeres afrodescendientes, que se dieron cita para analizar el rol de la mujer afrolatina en los diferentes campos de la sociedad; por eso es meritorio, exaltar el valor que la mujer negra representa en la historia de nuestro país.

Recordemos que desde la trata Negrera; La Mujer Negra, fue tenida como mercancía u objeto de trueque para ampliar la mano de obra y para que tuviera crías, durante la época de la colonización la Mujer Negra soportó en silencio la condición de esclava, el maltrato, el trabajo arduo y el abuso sexual.

Es después de la abolición de la esclavitud que la mujer afrocolombiana, empieza a sobresalir en la sociedad, mostrando un potencial inigualable, reflejado en la gastronomía, en los rezos, en los rituales mortuorios, en los cantos y en el baile.

Es desde este momento en donde el papel de La mujer negra, se dota de una significativa importancia dentro una sociedad que, si bien ha tenido cambios en sus épocas, continúa fortaleciendo la acción de estigmatizar a la población racial; pese a esta dura realidad, la mujer afrocolombiana no se ha dado por vencida y se ha destacado en los diferentes roles de la sociedad; en el folclor, el deporte y hasta en la política.

Resultaría interminable listar el número de mujeres afrodescendientes, destacadas en nuestro país ,pero es pertinente hacer mención de algunas de ellas ; evocar por ejemplo, el nombre de Delia Zapata olivella, Betty Garcés, Cateriene Ibarguen , entre otras, dignas representantes de la salvaguardia de las tradiciones y la identidad étnica; demostrando de esta forma que el ser mujer negra, es un devenir de transformaciones y no un producto de trueque o intercambio, expuesto al sometimiento y a la esclavitud.

Finalmente, y a manera de elogio en esta fecha conmemorativa, vale la pena resaltar la belleza física de La Mujer Negra, ese cuerpo caliente de la maga del amor y del erotismo, que con el pelo cuscú, las uñas moradas y los labios gruesos, se mantiene en pie, afrontando las vicisitudes de la vida y escribiendo sobre su piel tiesa, la historia que fortalece la memoria cultural, de nuestro territorio colombiano.