La historia de Sincelejo que debemos empezar a escribir

Por: Mario Ruíz Soto
6 años atrás

Opinión. Cada fin de año hacemos un balance, y nos preguntamos ¿cuáles fueron los aciertos? ¿cuáles los errores? ¿Qué debemos seguir haciendo? ¿Qué hay que cambiar?

Es un momento de reflexión con la intención de hacer mejores cosas. Analizamos el año 2018 para hacer un mejor 2019.

Tenemos la oportunidad desde el primero de enero de escribir en el libro blanco de 2019. Digo tenemos porque para ser honestos hemos dejado que la escriban unos pocos. Y que lo hagan así, nos ha salido muy caro en Sincelejo. Han aplicado la ley del embudo: lo ancho para ellos y lo angosto para nosotros. Propongo, para este año que seamos nosotros quienes tengamos la pluma. ¿Qué podemos perder?

En este libro, podríamos referirnos a las dificultades que tenemos en Sincelejo. En el fondo, muchos ya las sabemos e incluso tenemos una idea bastante clara sobre cuales son sus orígenes. Por ello, sugiero poner en práctica lo que dijo el poeta T.S. Eliot: “porque las palabras del año pasado pertenecen al lenguaje del año pasado; y las palabras del próximo año esperan otra voz”.

Así las cosas, cambiemos las letras de Sincelejo de los últimos años, y escribamos un nuevo sendero para 2019.

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Para ello quiero hacer tres reflexiones. En primer lugar, escojamos el puerto de la esperanza y no del miedo. En segunda instancia, pongamos la unión por encima de nuestras diferencias. Y, por último, pensemos desde nuestras oportunidades y no desde las dificultades. ¿Por qué?

Primero, la esperanza. Hemos sido una consecuencia del miedo por décadas. El temor de los fusiles, el sable de los corruptos, la miopía de desarrollo para la ciudad, etc. Como el 2019 es un año electoral, esta vez debemos elegir con esperanza porque la gran mayoría de veces vamos a las urnas impulsados por el miedo. Nos venden la idea de cambio para que nada cambie. Terminamos bajo el esquema clientelar que solo a ellos les gusta. Nos han apagado la voz. Ahora les propongo poner las letras de la esperanza. La esperanza será difícil, pero estoy convencido que es mejor. Un primer paso en esta vía es votar de forma consiente y por las mejores ideas. El escritor, Charles Dickens decía: “un nuevo corazón para un nuevo año, ¡siempre!”. Pues bien, es el corazón de la esperanza.

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Pero allí no debe quedarse esto. En este libro debemos escribir la palabra “unión”. La poetisa, Emily Dickinson decía: “sin saber cuándo vendrá el atardecer, abro cada puerta”. Esta es mi segunda reflexión. Hemos estados divididos por los mismos de siempre. Nos hacen creer que son el cambio, cuando sabemos que simplemente sólo se disfrazan de algo que nunca han sido. El problema es que preferimos el silencio y no el debate. Creo que hay muchas razones que nos unen en Sincelejo. Nos une reducir la pobreza -1 de cada 3 sincelejanos viven en la pobreza-, combatir la inequidad, decirle no a la corrupción. Aquí están los pilares de nuestra unidad que creo que debemos firmar en 2019.

Por último, sugiero mirar las oportunidades más que nuestras dificultades. Sincelejo tiene suficientes razones para ser desarrollada. Una posición geográfica privilegiada, una capital que puede aportar desde una riqueza agropecuaria y un punto de referencia para el turismo. Nos han escrito la historia sin visión -aunque algunos hayan hablado de esto-. Mirar las oportunidades nos dará una perspectiva distinta para afrontar nuestras adversidades. Me quedo con la frase de la poetisa Gabriela Mistral, “donde haya un árbol que plantar, plántalo tú. Donde haya un error que enmendar, enmiéndalo tú. Donde haya un esfuerzo que todos esquivan, hazlo tú. Sé tú el que aparta la piedra del camino”. Somos parte de la solución y no del problema. Debemos empezar a preguntarnos ¿qué le regalamos a Sincelejo? Por más pequeño que sea, será un cambio significativo.

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Aquí les dejo tres reflexiones para este 2019: i) la esperanza y no el miedo; ii) la unión por encima de nuestras diferencias y iii) las oportunidades y no las dificultades. El libro ya está en blanco, y nosotros tenemos la pluma. ¿Queremos el mismo libro con las letras del pasado o damos otra voz para Sincelejo en 2019? Si me preguntan a mi, yo prefiero escribir otra historia.

 

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