¿Impacta la migración venezolana en la situación de salud del país?

Por: William Mercado E.


Desde hace varias semanas los medios de comunicación vienen registrando el éxodo venezolano hacia nuestro país, ya sea para buscar oportunidades aquí, o como corredor de paso hacia países como Ecuador y Perú.

En esas frecuentes crónicas a las que se hace referencia por radio, televisión, prensa y redes sociales, se evidencia el drama social que enfrentan los ciudadanos venezolanos, quienes se han visto obligados a dejar todo atrás para comenzar de nuevo en tierras desconocidas.

Sin ánimo de minimizar la tragedia que representa para tantas personas y familias esta situación, no deja de llamar mi atención la poca o ninguna referencia que se hace, sobre su incidencia en diferentes sectores del país.

Es así como en lo que concierne al sector salud, lo que inicialmente se trató como un tema casi que excepcional, ha tenido que ser abordado obligadamente. La atención en salud para los ciudadanos venezolanos, en el caso de niños, embarazadas y atenciones de urgencia, debe ser realizada por los prestadores de servicios de salud, sin que exista claridad de quien asume el costo que se genera, y aquello que en un principio era esporádico, se volvió de alta frecuencia, representando una afectación directa a la situación financiera del sector.

Pero no es lo único en lo nos afecta. El país recibe diariamente miles de personas. En el caso de los niños, nos enfrentamos al desconocimiento del cumplimiento de los esquemas de vacunación obligatorios, en el sistema de salud nacional. No sabemos en qué condiciones se encuentran al respecto, exponiéndonos cómo población, a la presencia de enfermedades que creíamos erradicadas en nuestro territorio.

De igual forma, en relación directa con el ejercicio de la prostitución, se encuentran las infecciones de transmisión sexual, aumentándose de esta forma la presencia de casos, elevándose así el riesgo de contagio.

Son muchos los indicadores de salud pública y objetivos de desarrollo sostenible que se verán afectados en negativo, si se continúa actuando de manera tardía de cara a la inminencia de las circunstancias especiales que nos abocan.

Lo que creíamos que nunca iba a suceder. La migración del pueblo venezolano a nuestro territorio, en condiciones de pobreza extrema y una situación encasillada en lo meramente político, que era mirada con escepticismo e indiferencia desde lejos, como si nunca nos fuera a tocar, actualmente nos tiene repensando sobre los ajustes que se le deben a hacer las políticas de atención ante situaciones de emergencia social.

Se necesita mayor celeridad del gobierno para afrontar desde ya, con acciones y políticas reales, el suceso migratorio hacia nuestro país, que si bien es cierto, no estábamos preparados, no podemos seguir esperando a que todo se solucione por sí solo, sin medir las consecuencias y el impacto de mediano y largo plazo que tendrá en los indicadores de salud de la nación y sus finanzas.