Un fiscal políticamente agnóstico

       Opinión/ Por Juan Manuel Galán. Si, definitivamente, la historia siempre se repite. La Colombia de la década de los noventa marcó los inicios de un país que se encontraba convulsionando ante los problemas sociales, económicos y políticos que atravesaba. Todas eran grandes dificultades, increíblemente coyunturales y de naturaleza bien particular. Esto significaba adoptar infinitas estrategias que permitieran contrarrestar los daños. La primera de ellas, fue sin más ni menos la Carta Política de 1991. Este instrumento jurídico cuenta con una...


Opinión/ Por Juan Manuel Galán. Si, definitivamente, la historia siempre se repite. La Colombia de la década de los noventa marcó los inicios de un país que se encontraba convulsionando ante los problemas sociales, económicos y políticos que atravesaba. Todas eran grandes dificultades, increíblemente coyunturales y de naturaleza bien particular.

Esto significaba adoptar infinitas estrategias que permitieran contrarrestar los daños. La primera de ellas, fue sin más ni menos la Carta Política de 1991. Este instrumento jurídico cuenta con una parte dogmática – los derechos de primera, segunda y tercera generación- y una orgánica – la estructura del Estado Colombiano-.

Dentro de esas grandes reformas, la Asamblea Nacional Constituyente creó y modificó instituciones que estuvieran a la altura de los grandes retos que debería asumir en ese entonces. Hoy, aunque no estamos frente a los carteles de narcotráfico y de violencia, sí es necesario que los altos funcionarios del Estado asuman el compromiso y la responsabilidad de servirle al país.

Esta semana estamos frente a un nuevo desafío: LA ELECCIÓN DEL FISCAL GENERAL DE LA NACIÓN. La Corte Suprema de Justicia tendrá la importante labor de evaluar el mérito, la eficiencia, el conocimiento, la moralidad y la experiencia, para la elección de uno de los candidatos ternados.

De la terna enviada por el Presidente Juan Manuel Sanos, – compuesta por la Abogada, Mónica Cifuentes, el Ministro de Justicia, Yesid Reyes, y el exministro Néstor Humberto Martínez- considero que los candidatos son buenos, tienen trayectoria y credenciales adecuadas. Sin embargo, lo fundamental es que posesionados logren demostrar su talante profesional y saquen adelante la justicia transicional para que el proceso de paz sea exitoso.

Será trascendental, que el nuevo fiscal en el ejercicio de sus funciones, no olvide los principios de igualdad, moralidad, eficacia, economía, celeridad, publicidad, y la imparcialidad con los que debe realizar sus investigaciones. Esto, para que la institucionalidad de la entidad tenga credibilidad y así poder desarrollar un proceso de justicia transicional que logre llegar a las regiones donde no ha tenido presencia.

El momento coyuntural del país hace de esta elección, una histórica. Además de tener la obligación de disminuir la sensación de inseguridad de los colombianos; de hacer valer la vida y los derechos inalienables a la persona humana; tendrá como fin último, esclarecer la verdad, hacer justicia y reparar a los ciudadanos enmarcados en el posconflicto.

Por esta razón, el Fiscal debe estar por encima de los partidos, que no haga liberalismo, conservatismo ni ningún partidismo, debe ser neutral, imparcial y trabajar incansablemente por la justicia de todos los colombianos.