¿Es usted un empleado?

Por Marcos Velásquez.                                                                         FOCUS ¿Empleado o emprendedor? La diferencia entre un empleado y un emprendedor radica en que, mientras el empleado nunca ganará más de lo que trabaja, el emprendedor siempre producirá más de lo que trabaja.  A lo sumo, porque el primero está enfocado en la ganancia, y el segundo está enfocado en el valor agregado. Se puede plantear que el primero sólo vela por el día a día, mientras que el emprendedor logra visionar los retornos de su producción. Es decir,  el empleado es un sujeto obediente, capacitado para ejecutar funciones y por ende, no se permite
9 años atrás

Por Marcos Velásquez.                                                                        

FOCUS

¿Empleado o emprendedor?

Por Marcos Velásquez.
Por Marcos Velásquez.

La diferencia entre un empleado y un emprendedor radica en que, mientras el empleado nunca ganará más de lo que trabaja, el emprendedor siempre producirá más de lo que trabaja.  A lo sumo, porque el primero está enfocado en la ganancia, y el segundo está enfocado en el valor agregado.

Se puede plantear que el primero sólo vela por el día a día, mientras que el emprendedor logra visionar los retornos de su producción.

Es decir,  el empleado es un sujeto obediente, capacitado para ejecutar funciones y por ende, no se permite tener ideas propias, lo que lo lleva a pensar en la pérdida o ganancia de la plata que produce.

Entre tanto, el emprendedor sabe que tiene una idea, una idea que para ser dinamizada ha de contar con una visión que le pueda trasmitir a un equipo de trabajo, el cual lo apoyará según los valores que reconozca en él y como se identifiquen con su estilo de pensar, o académicamente hablando, con su filosofía.

Así las cosas, el emprendedor ha de asumir que es un visionario, un líder que cuenta con la responsabilidad de satisfacer primero, a quienes lo apoyarán a sacar adelante su trabajo (su equipo), y segundo, a los que le permitirán sostener su visión en el mercado (sus consumidores).

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Por tanto, un emprendedor piensa en dinero, tomado éste como el significante de la energía económica, la energía que le imprime a la fuerza que le da a su visión, la que como resultado concederá, la sinergia en la que todos disfrutan tanto del valor producido, como del agregado.

¿Desde qué cuadrante produce usted?

 Si un emprendedor logra consolidar su idea dentro de la dinámica del mercado, es porque dicha idea resuelve una necesidad en éste.  Lo ideal sería que la educación se preocupara por ayudar a descubrir en los estudiantes, cuál es su talento, para que a partir de allí, él pueda aportar soluciones a los requerimientos del mercado local o global.

Sin embargo, y con pesar, he de decir que nuestro sistema educativo se encarga más de construir en los estudiantes un estilo de pensar de empleados.  Sujetos que desde que están en el aula, sólo copian lo que el profesor les dice, repiten lo que éste les impone y memorizan lo que éste les manda, todo con un objetivo: ganar la materia.

Un estilo de educación así, sólo puede producir sujetos profesionales o técnicos que ingresan al mercado laboral a cumplir las tareas que les serán asignadas, sintiéndose complacidos por ser buenos operarios y hábiles asalariados en la ejecución de sus funciones.

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Estimo que a los responsables de la educación, que aún siguen mirando el mundo a través del espejo retrovisor y por ende, desconocen o no comprenden las demandas de los mercados de un mundo globalizado y conectado en red, les haría bien leerse el libro El Cuadrante del Flujo de Dinero, de Robert Kiyosaki y Sharon Lechter.

En él, de modo práctico nos enseñan cómo un empleado es un sujeto que está inscrito en el mundo del confort.  No arriesga nada, no piensa por sí mismo y se acostumbra a la repetición de su queja, la cual desaparece de modo temporal, mientras le dura el desembolso de su salario.  Por ende, es un sujeto que paga el costo de su seguridad, con la tranquilidad que le brinda su sueldo.

También está el autoempleado, hoy más conocido como autónomo o freelance, el cual trabaja de modo independiente, controla sus horarios y casi siempre, trabaja por encargo.  Es un sujeto que produce para vivir y se siente pleno porque de modo formal no tiene jefes ni ataduras.  Él podría crear una empresa, sin embargo, estima más su libertad que el compromiso de trascender apoyando a otros.

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Está el empresario, que es un emprendedor, un sujeto que como ya lo he planteado, trabaja para satisfacer sus necesidades, la de su equipo de trabajo y la de sus consumidores.  Es un sujeto centrado en el valor y la producción que permite suplir las necesidades de un mercado.  Es responsable y dinamizador de procesos de incremento de capital y riqueza material como espiritual.

Por último, está el inversionista, el cual ha de ser el ejemplo a seguir de los tres cuadrantes anteriores.  Es decir, en el cuadrante del inversionista han de confluir todos, dado que éste último piensa en la libertad financiera, la cual consiste en que el dinero trabaje para ti y no tú para el dinero.

Así las cosas, quien piensa como empleado ve el mundo como tal.  Quien piensa como empresario, ve el mundo como tal.  Sin embargo, el problema no radica en ser empleado, el problema está en pensar como él.

A mayor riesgo, mayor ganancia, a mayor perdida, mayor experiencia.  Quien vive su mundo desde la seguridad, se pierde de la ganancia y de la experiencia.   ¿Es usted un empleado?

marcosvelasquezoficial@gmail.com | Twitter: @MARCOS_V_M

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