La designación del general Pedro Sánchez como nuevo ministro de Defensa, anunciada por el presidente Gustavo Petro el 19 de febrero, ha generado reacciones encontradas en el Congreso. Mientras el oficialismo celebra su trayectoria y capacidades, la oposición advierte sobre posibles desequilibrios en la estructura de mando y la ruptura con la tradición de mantener a un civil en esta cartera.
La senadora Gloria Flórez, de Colombia Humana, elogió la decisión del mandatario, destacando el compromiso de Sánchez con la seguridad y la protección de la vida en el país. En la misma línea, el representante Heráclito Landínez, del Pacto Histórico, resaltó su papel en el rescate de los niños perdidos en la selva y lo describió como un militar con enfoque civilista, enfatizando que su liderazgo es clave en un momento de conflicto y paro armado.
Por otro lado, desde el Partido Liberal, el representante Juan Carlos Losada expresó sorpresa ante la designación de un militar en un ministerio que ha sido tradicionalmente liderado por civiles. Aunque reconoció la experiencia de Sánchez en seguridad, señaló la paradoja de que sea un gobierno de izquierda el que haga este cambio.
Desde la oposición, las críticas fueron más contundentes. El representante Andrés Forero, del Centro Democrático, cuestionó que el presidente Petro esté rompiendo con una tradición de 30 años al nombrar a un militar activo en la cartera de Defensa. Además, advirtió que esta decisión forzará el retiro de varios generales en medio de lo que considera una crisis de seguridad sin precedentes.
En el mismo sentido, el representante uribista José Jaime Uscátegui manifestó que, si bien el nombramiento podría generar alivio en algunos sectores, también podría ocasionar fricciones y desequilibrios en la línea de mando, afectando la ofensiva militar que, según él, el país necesita en este momento.