El presidente Gustavo Petro reafirmó su autonomía para decidir sobre su asistencia a la toma de posesión presidencial en Venezuela, programada para el 10 de enero en Caracas, desafiando la reciente proposición de la Cámara de Representantes que le insta a no asistir al evento.
Durante un evento en Barranquilla, Petro declaró: “Ahora me dicen que no vaya a Venezuela. Yo veré si voy o no voy”, y añadió que su decisión se basará en los principios bolivarianos de democracia justa. El mandatario postergó su decisión final para el mismo 10 de enero.
La controversia surge después de que la Cámara de Representantes aprobara, con 75 votos a favor, una proposición que solicita al gobierno colombiano abstenerse de asistir a la ceremonia. Los legisladores fundamentan su posición en la falta de transparencia electoral, citando la no publicación de actas por parte de las autoridades venezolanas tras las elecciones de julio.
