El ministro de Transporte, Guillermo Reyes, confirmó este jueves que la aerolínea Ultra Air vendió 379.000 tiquetes antes de parar su operación debido a insuficiencia financiera. De ese total, 63.500 pasajeros estaban programados para volar durante la temporada de Semana Santa, una de las temporadas con mayor tráfico aéreo en el país.
Reyes indicó que los usuarios deberán ser reacomodados en otras aerolíneas o, en su defecto, se les deberá devolver el dinero que pagaron por los vuelos.
El pasado 22 de marzo, la Superintendencia de Transporte dictó una medida administrativa contra Ultra Air debido a su baja liquidez, lo que dificulta el cumplimiento de sus obligaciones a corto plazo y generaba un riesgo de incumplimiento con sus acreedores. La insolvencia de la aerolínea se volvió evidente cuando los arrendadores solicitaron la devolución de tres aeronaves, lo que afectó los activos necesarios para operar.
Con la paralización de Ultra Air y Viva Air, que anunció la suspensión temporal de sus vuelos desde el 1 de abril, el país perderá el 24% de la oferta aérea en Semana Santa, lo que generará un impacto significativo en el sector turístico.
Las medidas que se están implementando para mitigar este impacto incluyen la reubicación de los pasajeros de Ultra Air en otras aerolíneas que operan en las mismas rutas, la devolución del dinero pagado por los vuelos cancelados y la contratación de vuelos chárter y transporte terrestre.
Cabe mencionar que la Superintendencia de Transporte exigió a Ultra Air que presente un plan de contingencia para atender a los pasajeros afectados por la suspensión de sus operaciones. Este plan incluye el reembolso del valor del tiquete a los pasajeros que lo soliciten, la reubicación en vuelos de otras aerolíneas y la contratación de vuelos chárter y transporte terrestre.
También se exige un plan especial para los pasajeros de San Andrés y Providencia, y se debe mantener los canales de comunicación con los usuarios para atender sus requerimientos.
