Hugo Mideros, director de Corponariño, explicó que por «la versión de algunos moradores del territorio, el elefante marino fue ultimado a través de arma de fuego, esto implica no solamente un delito ambiental sino un delito asociado al porte ilegal de armas«.
El animal se encontraba perdido en el pacífico colombiano debido a que «ese tipo de mamíferos no tienen una ruta en estos municipios y estamos estableciendo las condiciones en las cuales este mamífero probablemente se perdió y pues infortunadamente dio con esas personas» que acabaron con su vida.
Agregó que “algún sector de la comunidad tuvo un encuentro directo con el elefante marino causándole la muerte y posteriormente, según entendemos, el consumo de la carne”.
El animal fue avistado desde mediados de octubre en territorio nacional donde pasó por varias poblaciones costeras en Chocó y Valle del Cauca, siendo su vida respetada hasta darse a conocer este lamentable hecho, por fotos que rondaron en redes sociales.
Cabe recordar qué el hecho es catalogado como delito de maltrato animal lo que podría causar una condena de uno a tres años de cárcel, al igual que una multa que rondaría de 5 a 36 salarios mínimos mensuales legales vigentes.
La presencia del animal en aguas colombianas fue clasificada como un hecho inusual, pues sus avistamientos son regulares en las costas de Chile y Argentina, al sur del continente.