El presidente Donald Trump arremetió contra los migrantes colombianos durante un evento en Florida, calificándolos como “asesinos, capos de la droga, miembros de pandillas”, mientras defendía las políticas de deportación de su administración.
“En Colombia aceptaron casi inmediatamente”, afirmó Trump, refiriéndose a las negociaciones con el gobierno colombiano sobre deportaciones. “Nos estaban regañando porque los teníamos con cadenas, él (Petro) decía que no era forma de tratarlos; pero son criminales, pandilleros y asesinos”.
Trump destacó su trabajo conjunto con el Secretario de Estado, Marco Rubio, mientras advertía sobre las consecuencias para los países que se resistan a aceptar deportados: “Van a pagar un precio económico muy alto”.
“Estados Unidos será respetado de nuevo”, declaró Trump, enfatizando que su administración ha dejado “muy claro a todos los países que estarán recibiendo de regreso a las personas que estamos enviando”.
Estas declaraciones se producen en medio de crecientes tensiones diplomáticas entre Estados Unidos y Colombia, particularmente en temas migratorios y comerciales.