Las autoridades policiales tailandesas han anunciado que buscarán la pena de muerte para Daniel Sancho, el ciudadano español de 29 años, acusado del asesinato premeditado del cirujano cordobés Edwin Arrieta Arteaga en la paradisíaca isla de Phangan.
El subdirector de la Policía de Tailandia, Surachate Hakparn, comunicó en una rueda de prensa desde Phangan que las pruebas presentadas son lo suficientemente contundentes para acusar a Sancho de homicidio premeditado.
De acuerdo con las autoridades, el asesinato ocurrió el 2 de agosto en medio de una acalorada discusión en la que, según Hakparn, Sancho apuñaló a Arrieta, quien después sufrió un golpe en la cabeza contra un lavabo.
La versión oficial niega cualquier indicio de accidente y señala que Sancho adquirió intencionalmente herramientas como cuchillos y una navaja para llevar a cabo el acto. La posterior desmembración del cuerpo por parte de Sancho y sus esfuerzos para limpiar la escena del crimen durante toda la noche han dejado a las autoridades perplejas.
El ADN encontrado en una camiseta de Arrieta apunta a Sancho como el único perpetrador, respaldando las declaraciones de las pruebas forenses. Aunque los resultados finales de la autopsia aún no están disponibles, la acusación considera que el crimen fue planeado meticulosamente. Las cámaras de seguridad y las evidencias recopiladas en la escena refuerzan la idea de un solo perpetrador.
El caso ha atraído la atención internacional debido a la fama del padre de Sancho, el actor español Rodolfo Sancho. La próxima fase del proceso será determinar la petición de pena de muerte, mientras la defensa del español buscará la conmutación de la sentencia y que pague en una cárcel ibérica.