El sector energético colombiano enfrenta una crisis debido a una deuda acumulada de cerca de 7 billones de pesos por parte del Gobierno Nacional. Las asociaciones que agrupan a las empresas de energía a nivel nacional alertaron sobre la crítica situación que amenaza con generar cortes de electricidad y aumentos significativos en las tarifas.
La deuda se compone de más de 2.5 billones de pesos en subsidios y otros 4 billones por la opción tarifaria, pagos que no se han realizado desde hace cinco meses. Esta falta de pagos afectaría principalmente a los usuarios de los estratos 1, 2 y 3, quienes dependen de subsidios para acceder al servicio.
Camilo Sánchez Ortega, presidente de Andesco, manifestó: “Estamos solicitando al Gobierno que pague los subsidios de energía y gas que en el momento están alrededor de 2.5 billones de pesos. Esos recursos son fundamentales para que las empresas no entren en cesación de pagos y puedan tener realmente la oportunidad de seguir prestando el servicio”.
La situación podría provocar un aumento en las facturas de hasta un 150% a nivel nacional. Sánchez Ortega advirtió: “Si no se da eso se puede volver a presentar un apagón financiero de las comercializadoras y las distribuidoras”.
Adicionalmente, Colombia enfrenta una crisis de gas natural local. Las cifras indican que no hay suficiente gas para garantizar la atención sin interrupciones del 100% de la demanda. A partir del 1 de diciembre de 2024, se prevé un déficit del 12% en la oferta nacional, cifra que aumentará al 30% a finales de 2025 y durante 2026.
Esta escasez obliga a las empresas a importar gas natural para atender la demanda de hogares, comercios, vehículos e industrias, lo que podría implicar costos adicionales para los usuarios.
Las asociaciones del sector, como la Asociación Colombiana de Distribuidores de Energía Eléctrica (Asocodis) y la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Públicos y Comunicaciones (Andesco), han hecho un llamado urgente al Gobierno Nacional para que se pongan al día con los pagos y se tomen medidas para evitar una crisis energética más profunda.