Una guacamaya (Ara ararauna) fue rescatada en Sonsón (Antioquia), tras permanecer 15 años en cautiverio ilegal, presentando graves secuelas por el prolongado encierro. El operativo se realizó gracias a una denuncia ciudadana y la coordinación entre autoridades ambientales y la Policía Nacional.
La evaluación realizada en el Centro de Atención y Valoración (CAV) reveló que el ejemplar sufre un severo síndrome de picaje, una condición que la llevó a arrancarse su propio plumaje como consecuencia del estrés provocado por las inadecuadas condiciones de cautiverio.
Los especialistas del CAV han iniciado un complejo proceso de rehabilitación para el ave, cuya recuperación se anticipa larga y desafiante debido a los traumas físicos y psicológicos acumulados durante su prolongado encierro. Este caso evidencia las graves consecuencias del tráfico y tenencia ilegal de fauna silvestre, un delito que sigue afectando a especies protegidas.