Los departamentos y municipios de Colombia reciben apenas el 20% de los impuestos de renta y patrimonio que generan sus territorios, mientras el gobierno central retiene el 80% restante. Del total recaudado, los departamentos obtienen solo el 6% y los municipios el 14%, según datos revelados por el comité promotor del referendo por la autonomía fiscal.
Esta distribución desigual ha llevado a que las entidades territoriales dependan principalmente de los impuestos al consumo de alcohol y tabaco para financiar sus programas y proyectos. La situación se agrava con los recientes recortes en las transferencias nacionales a varios departamentos.
El actual sistema de distribución fiscal obliga a más de 1.200 alcaldes a viajar constantemente a Bogotá en busca de recursos adicionales para sus territorios. Los gobernadores, por su parte, deben gestionar ante el gobierno central para obtener financiación para proyectos regionales.
La propuesta de reforma fiscal busca modificar el artículo 298 de la Constitución para permitir que las regiones retengan una mayor proporción de sus impuestos. El referendo que promueve este cambio ha recolectado 1.3 millones de firmas en 66 días y requiere alcanzar 2 millones de firmas válidas antes del 15 de diciembre.
Para compensar las diferencias entre regiones, la iniciativa contempla crear un Fondo de Solidaridad financiado por los departamentos con mayor recaudo, como Antioquia, Valle y los Santanderes. Este mecanismo busca asegurar que los territorios con menor capacidad tributaria también puedan incrementar sus ingresos.
La redistribución propuesta no implica la creación de nuevos impuestos, sino una modificación en la forma como se distribuyen los tributos existentes. Según los promotores, 27 departamentos podrían duplicar sus ingresos bajo este nuevo esquema.
El proceso del referendo deberá superar la verificación de la Registraduría Nacional, el debate en el Congreso y la revisión de la Corte Constitucional. Si obtiene estos avales, necesitará 10 millones de votos ciudadanos para su aprobación final.