El presidente de Colombia, Gustavo Petro, negó este domingo la existencia de una escasez de combustible para aviones en el país, contradiciendo las alertas emitidas por aerolíneas y organizaciones internacionales. A través de su cuenta en la red social X, el mandatario afirmó: “No hay escasez de combustible para avión. Lo que existe es una actividad irregular que ya está bajo investigación”.
Esta declaración surge en medio de crecientes preocupaciones en el sector aéreo colombiano. La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) y varias aerolíneas, incluyendo Latam Colombia, habían advertido sobre la suspensión del suministro de combustible en varios aeropuertos del país, entre ellos los de Valledupar, Pasto, Cúcuta y Leticia.
La situación se originó tras una falla eléctrica en la Refinería de Cartagena el 16 de agosto, que según Ecopetrol, provocó inicialmente un déficit del 8% en las entregas de combustible de aviación. Posteriormente, la empresa estatal redujo esta estimación al 5%.
En respuesta a la crisis, Ecopetrol anunció la importación de 100,000 barriles de combustible para aviones, programados para llegar al país entre el 31 de agosto y el 2 de septiembre. La compañía también aseguró haber recuperado la producción y estabilizado las 35 unidades operativas de la Refinería de Cartagena.
La IATA, en una carta dirigida a la Ministra de Transporte, María Constanza García Alicastro, expresó su preocupación por la situación y advirtió sobre posibles suspensiones de suministro en 13 aeropuertos colombianos, incluyendo el Aeropuerto El Dorado de Bogotá.
Por su parte, la Aeronáutica Civil emitió una circular permitiendo a las aerolíneas reprogramar, cancelar o suspender vuelos entre el 28 de agosto y el 4 de septiembre, citando la flexibilización de las normas debido a la situación del combustible.
La afirmación del presidente Petro sobre una “actividad irregular” bajo investigación añade un nuevo elemento a la controversia, sugiriendo que podría haber factores adicionales detrás de la aparente escasez de combustible más allá de los problemas técnicos reportados inicialmente.
Esta situación ha generado incertidumbre en el sector aéreo colombiano, con potenciales impactos en la conectividad nacional e internacional del país.