Durante la ceremonia de ascensos de 243 oficiales y el aniversario número 132 de la Policía Nacional, el presidente de la República, Gustavo Petro, expresó su opinión sobre la negociación de paz con las disidencias de las FARC, a la que consideró prematura. Haciendo referencia a la suspensión de la mesa de diálogos de las disidencias lideradas por Iván Mordisco.
El mandatario señaló que la situación en el Cañón de Micay se había vuelto un fortín de la economía ilícita, donde líderes sociales eran asesinados por diversas razones, ya fuera por sospechas o miedo. Como respuesta, el Estado Mayor Central fue retirado de posiciones estratégicas, y se optó por una negociación política con las disidencias de las FARC.
No obstante, Petro consideró que esta negociación fue quizá prematura, ya que se les propuso a las disidencias que abandonaran en lugar de entrar disparando a los poblados.
En la misma ceremonia, el presidente Petro instó a la transformación del territorio, pasando de la economía ilícita a un territorio basado en el estado social de derecho, justicia social y economía lícita. Destacó que si esta transformación se logra, las posibilidades de paz se abrirán en Colombia.
Petro también mencionó a quienes lideran facciones armadas en el país, indicando que algunos de ellos han dejado de parecer guerrilleros y se han convertido en «traquetos». En este contexto, el presidente subrayó que aquellos líderes tienen la posibilidad de elegir entre dos caminos: el de Camilo Torres, un sacerdote que fundó la facultad de sociología de la Universidad Nacional, o el camino de Pablo Escobar.