El presidente del Senado emitió una contundente declaración condenando lo que considera inaceptables presiones y amenazas tras el archivo de la reforma laboral en la Comisión Séptima, calificando como “repudiable” tanto las intimidaciones directas como las declaraciones del presidente Gustavo Petro.
“Lo que sucedió es repudiable. No solamente por la presión que se ejerció en el edificio nuevo del Congreso contra senadoras y senadores de la Comisión Séptima”, afirmó el dirigente legislativo, destacando que durante la semana de la mujer, “varias senadoras estuvieron allí confinadas en una oficina” debido a lo que ellas mismas calificaron como actos de intimidación.
Sin embargo, el presidente del Senado fue enfático al señalar que considera aún “más peligroso y más repudiable los trinos del presidente Petro hablando de violencia”, ya que estas declaraciones “ponen en peligro a los congresistas, en este caso a los miembros de la Comisión Séptima y a sus familias”.
La gravedad de la situación ha llevado al Congreso a anunciar que acudirán a la Corte Interamericana de Derechos Humanos en busca de protección. “A este Congreso se le respeta. El legislativo es un poder independiente y lo sigo repitiendo, y amenazar con violencia es lo peor para la democracia colombiana”, enfatizó.
El dirigente recordó que el Congreso, con sus 22.600.000 votos, tiene plena legitimidad democrática y autonomía en sus decisiones. “Cuando hay votos positivos se aplaude. Y cuando hay votos negativos se habla de violencia”, cuestionó, defendiendo la independencia del poder legislativo.