En una controvertida declaración durante el lanzamiento de Misión Cauca en Popayán, el presidente Gustavo Petro propuso considerar la implementación de un estado de excepción en Colombia. El mandatario argumentó que esta medida podría facilitar la ejecución de obras públicas en regiones afectadas por el conflicto y la economía ilícita.
Petro señaló los obstáculos que enfrentan los proyectos de infraestructura en zonas como Buenaventura, donde la construcción de un estadio se encuentra paralizada.
El presidente atribuyó estos retrasos a la extorsión de contratistas por parte de grupos armados ilegales, quienes buscan apropiarse de los beneficios económicos de las obras públicas.
El jefe de Estado expresó su preocupación por la dificultad de llevar a cabo licitaciones en áreas como El Plateado, Cauca, donde anticipó que los procesos podrían quedar desiertos o ser adjudicados a empresarios vinculados con grupos armados. Esta situación, según Petro, compromete la realización de proyectos esenciales como hospitales y carreteras.
Ante este panorama, el presidente instó a debatir la posibilidad de declarar un estado de excepción, recordando que una medida similar para La Guajira fue previamente rechazada.
“¿Ameritaría un estado de excepción?, discútanlo, a mí ya me tumbaron uno cuando los niños de la Guajira no tenían agua, pero discutámoslo. O dentro de la arquitectura actual, normativa, ordinaria, podemos movernos sabiendo cómo son las condiciones. Yo tengo ahí una propuesta“, dijo el mandatario.