La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos expresó su preocupación por el aumento de la violencia contra defensores de derechos humanos en el departamento de Arauca, Colombia. Juliette De Rivero, representante de la ONU en el país, realizó esta declaración tras una visita a la región.
Según los datos proporcionados por la organización, en lo que va del año se han recibido ocho denuncias de homicidios de defensores de derechos humanos, de las cuales seis han sido verificadas. La situación es particularmente grave para los líderes de asociaciones comunales, quienes enfrentan amenazas, hostigamientos y asesinatos que han llevado a la suspensión de sus actividades en algunos casos.
La violencia en Arauca no solo afecta a los líderes sociales, sino que también impacta en la economía local. Se han reportado restricciones a la movilidad, obstáculos para la recolección de leche en varios municipios y limitaciones en la contratación de personal para la cosecha de productos agrícolas por parte de grupos armados.
De Rivero hizo un llamado a los actores armados presentes en Arauca para que demuestren su compromiso con la paz, respetando los derechos de las víctimas y reduciendo la violencia contra los líderes sociales, especialmente las mujeres defensoras de derechos humanos.
Durante su visita, la representante de la ONU se reunió con diversas autoridades, incluyendo al Alto Comisionado para la Paz, Otty Patiño. En estos encuentros se discutió la importancia de promover el respeto a los derechos humanos y al Derecho Internacional Humanitario en el marco de la política de “paz total” del gobierno colombiano.