Como un “enésimo y angustiante grito por la paz y la dignidad ”, fue calificada la petición que le hicieron los obispos de las Diócesis de Quibdó, Istmina–Tadó y Apartadó, quienes por motivo de semana Semana Santa, le pidieron a los grupos armados un cese al fuego durante 100 días para reflexionar y concretar acuerdos de paz que necesita la zona.
Los obispos Juan Carlos Barreto y Hugo Alberto Torres, esperan que acojan el llamado “para que cesen los homicidios, los heridos, los desaparecidos, las extorsiones, los confinamientos, los desplazamientos, el reclutamiento de menores, las amenazas y la intranquilidad que afectan a las comunidades indígenas, afrodescendientes y mestizas”.
Así mismo, mediante la petición lo hacen en nombre de la institución religiosa y de la comunidad, quienes piden que les sean respetados sus derechos y seguridad.
El mensaje pastoral de los jerarcas del Chocó y Apartadó, también invita a los fieles cristianos católicos, a los cristianos de otras denominaciones religiosas y a otros sectores de la sociedad civil colombiana, “a vivir con intensidad el Misterio Pascual” y a “crecer en la armonía familiar, el respeto por las tradiciones religiosas y la observancia de los cuidados frente a la pandemia del Covid-19. Los desórdenes, los excesos, la corrupción y los abusos en la convivencia social no son coherentes con la fe cristiana y con otras expresiones de espiritualidad y de cultura ciudadana”.