La directora del Museo de Antioquia, María del Rosario Escobar, lamentó la pérdida del artista colombiano Fernando Botero, quien falleció a los 91 años el pasado viernes.
«Él siempre nos encomendó la misión de trabajar por la paz, de pensar en la paz de Colombia y de contribuir a la belleza y la armonía. Este es un legado de gran envergadura que el mundo entero aprecia», subrayó Escobar.
La directora también remarcó la dedicación de Botero al Museo de Antioquia y su deseo constante de verlo crecer y expandirse. Su apoyo fue fundamental para el crecimiento y cambio de nombre de la institución.
Para Escobar, Botero fue «uno de los colombianos que más amó esta tierra desde la generosidad», a través de donaciones como la Plaza Botero.
Siempre mantuvo un fuerte vínculo con Colombia, especialmente con la ciudad de Medellín, manteniéndose informado sobre los acontecimientos en su tierra natal. Esta conexión le permitió continuar capturando la realidad colombiana en sus obras artísticas.
La última visita de Botero a Colombia fue en 2016, en Medellín. Las restricciones médicas le impidieron hacer visitas regulares, pero su amor y compromiso con su tierra natal permanecieron en él.