En medio de protestas por el aumento de 1.904 pesos en el precio del ACPM, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, ha lanzado una declaración frente al alza de este combustible. Bonilla afirmó categóricamente que es “imposible seguir manteniendo un precio que está congelado desde hace 56 meses”, señalando que el combustible debería costar actualmente 13.200 pesos si se hubiera ajustado conforme a la inflación desde 2020.
El ministro no se detuvo ahí y advirtió que aún falta por subir 4.000 pesos más para cerrar la brecha con los precios internacionales, un ajuste que el gobierno planea implementar gradualmente hasta finales de 2025. Esta noticia cae como un balde de agua fría para los transportadores, quienes ya han manifestado su descontento con el reciente incremento.
Bonilla defendió la posición del gobierno argumentando que el subsidio al ACPM, que actualmente cubre más del 50% del precio a través del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC), ha acumulado un costo cercano a los 115 billones de pesos para 2024. El ministro calificó este subsidio como “ineficiente” y sugirió que esos recursos podrían redirigirse para beneficiar a familias vulnerables.
En un mensaje directo al sector transporte, Bonilla sugirió que la única forma de recuperar sus ingresos es “volviendo a levantar la carga”, insinuando que la baja actividad del sector es parte del problema económico que enfrentan.
Mientras el gobierno se mantiene firme en su posición, argumentando que el impacto inflacionario del alza será de solo 0.28% este año, el sector transporte se prepara para lo que podría ser un largo periodo de ajustes y posibles confrontaciones.