La incertidumbre crece ante el inminente arribo a Colombia del exjefe paramilitar Salvatore Mancuso, luego de conocerse que podría ser trasladado a la penitenciaría La Picota de Bogotá, situación que preocupa a su defensa, por el alto riesgo que representa.
Informaciones de inteligencia reveladas a allegados de Mancuso dan cuenta de que el polémico excomandante será puesto a disposición del Inpec luego de su deportación desde Estados Unidos para ser recluido en el principal centro carcelario del país.
Ante este escenario de alto riesgo para su seguridad, la defensa de Mancuso ya prepara la solicitud de medidas cautelares urgentes ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) con el propósito de evitar su encierro en La Picota.
“Les genera profunda preocupación por su seguridad que sea trasladado a ese centro penitenciario. Recurrirán al órgano internacional de la OEA para que se frene esa determinación”, expresaron voceros del exjefe paramilitar.
Exigen así que Mancuso sea enviado a un sitio de reclusión que realmente le garantice integridad personal, invocando entre otros antecedentes un reciente estudio de la JEP que ubicó al excomandante del Bloque Catatumbo dentro de la categoría “riesgo extraordinario”.
Si bien aún no está del todo definido, Mancuso podría arribar al país este próximo martes 27 de febrero en horas del mediodía, en un vuelo chárter del servicio de inmigración de los Estados Unidos junto a otros 100 deportados, dando inicio a un nuevo y espinoso capítulo de judicialización bajo resguardo de las autoridades nacionales.