El representante a la Cámara, David Racero, se encuentra en el ojo del huracán tras las recientes acusaciones de presuntos cobros no autorizados a miembros de su unidad de trabajo legislativo. En respuesta a la publicación de chats comprometedores por el periodista Daniel Coronell en la revista Cambio, Racero ha tomado medidas inmediatas para abordar la situación.
En un comunicado oficial, el congresista anunció que ha radicado solicitudes ante la Procuraduría y la Corte Suprema de Justicia para que investiguen las alegaciones presentadas en el artículo de Coronell. “Le doy la cara al país”, afirmó Racero, quien se abstendrá de hacer declaraciones públicas para no interferir con las investigaciones que, según indicó, ambas entidades han decidido abrir.
Racero expresó su confianza en que será exonerado, recordando un caso anterior de supuesta financiación ilegal de campaña del que salió absuelto. Sin embargo, manifestó su preocupación por la filtración de chats que, según él, “descontextualizan y manipulan la información”. El representante sugirió que estas acciones podrían poner en riesgo su integridad personal y política.
Además, Racero mencionó un incidente ocurrido hace un año, cuando su iPad fue sustraído de su vehículo, insinuando una posible conexión con las actuales acusaciones. También destacó que Estefanía Montoya, mencionada en la columna de Coronell, ha emitido un comunicado negando las acusaciones.
El congresista concluyó agradeciendo los mensajes de apoyo recibidos y sugiriendo que estos “ataques” van dirigidos contra un proyecto político más amplio.