José Joaquín Urbano Martínez tomó posesión como magistrado de la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia este jueves. La ceremonia se realizó en la sede del tribunal, siendo la primera vez que un magistrado no se posesiona ante el presidente de la República.
El nuevo integrante de la Sala Penal solicitó el 24 de octubre realizar su posesión ante la Sala Plena de la Corte y no frente al presidente Gustavo Petro. Urbano Martínez ocupará el cargo durante los siguientes ocho años.
A la ceremonia asistieron la fiscal general Luz Adriana Camargo, la procuradora Margarita Cabello, el contralor Carlos Hernán Rodríguez, el registrador Hernán Penagos y la auditora general María Anayme Barón. También estuvieron presentes los presidentes y vicepresidentes de las altas cortes.
En su intervención, el nuevo magistrado manifestó que se esforzará por “la aproximación a la verdad, la realización de la justicia y el respeto de los derechos de los intervinientes en cada proceso”.
El presidente de la Corte Suprema, Gerson Chaverra, indicó que la decisión responde a un mandato de la ley estatutaria avalado por la Corte Constitucional. “Ni rebeldía ni desunión. Lo que se hace con el acto de hoy es aplicación de un mandato“, expresó Chaverra.
Además, indicó que la exclusividad de que un magistrado se posesione únicamente ante el presidente, podría comprometer la independencia de la Rama Judicial, por lo cual la posesión de Urbano ante la Corte representa “un hito en la historia del poder judicial”.
Urbano fue elegido de una lista de 10 candidatos del Consejo Superior de la Judicatura. Es abogado de la Universidad de Nariño con especialización en Ciencias Penales de la Universidad Externado, maestría en Criminología de la Universidad Santiago de Cali y doctorado en Derecho.