En medio de la audiencia realizada este miércoles en el complejo judicial de Paloquemao, los hermanos Francisco y Catalina Uribe Noguera, no aceptaron los cargos que les fueron imputados por la Fiscalía por haber ocultado las pruebas del secuestro y asesinato perpetrado por Rafael Uribe Noguera contra la niña de 7 años, Yuliana Samboní, el pasado 4 de diciembre.
El órgano judicial atribuyó cargos contra los familiares del ya condenado, por los delitos de destrucción, supresión y ocultamiento de pruebas. Acusándolos de desaparecer elementos probatorios del crimen, específicamente la destrucción y manipulación de información suscrita en tres celulares de sus propiedad.
Según el fiscal del caso es posible concluir que Francisco Uribe se hizo cargo del celular de su hermano para acceder a la información. Tras conocer la situación, Catalina Uribe eliminó las conversaciones y las llamadas registradas desde el 4 hasta el 14 de diciembre, fecha en que la Fiscalía accedió a los equipos móviles.