La Delegación de Paz del Gobierno anunció la suspensión de los diálogos de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), tras un ataque perpetrado por el grupo guerrillero contra una base militar en Puerto Jordán, Arauca.
El suceso, que dejó víctimas fatales y heridos entre los miembros de la Fuerza Pública, ha sido calificado como un nuevo acto de violencia que cobra vidas de jóvenes colombianos.
La Delegación expresó su solidaridad con las familias afectadas y condenó enérgicamente la acción del ELN.
Esta decisión marca un punto de inflexión en las negociaciones, que venían desarrollándose desde hace meses. El Gobierno había presentado múltiples propuestas al grupo armado en un esfuerzo por avanzar hacia la paz. Sin embargo, el ataque ha puesto en duda la viabilidad del proceso.
La continuidad de los diálogos ahora depende exclusivamente del ELN. La Delegación gubernamental ha señalado que solo una demostración clara e inequívoca de voluntad de paz por parte del grupo guerrillero podría reactivar las conversaciones.