El Gobierno ha lanzado un ultimátum a los camioneros en paro: levantar los bloqueos o no habrá diálogo. Esta postura firme surge tras un Puesto de Mando Unificado en la Casa de Nariño, encabezado por el presidente Gustavo Petro y su gabinete.
El ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, fue enfático al declarar: “Vamos a solicitarles para mantener ese diálogo que no se afecte el derecho a la movilidad de la mayoría de los colombianos”. Cristo subrayó que, si bien el Gobierno garantiza la protesta pacífica, los bloqueos permanentes son inaceptables.
A pesar de la postura firme, el Gobierno mantiene abiertas tres vías de negociación. La primera, y aparentemente menos flexible, es mantener el aumento de 1.904 pesos en el precio del ACPM, argumentando su necesidad para resolver problemas estructurales del subsidio a los combustibles.
La segunda opción contempla limitar el aumento inicial y cancelar dos incrementos adicionales previstos, buscando un equilibrio entre el ajuste necesario y el alivio para los transportadores.
La tercera alternativa, potencialmente más atractiva para los huelguistas, propone reversar el aumento reciente y postergarlo hasta el 1 de enero del próximo año. Esta medida permitiría a los transportadores renegociar contratos y adaptar sus costos de manera gradual.
Estas propuestas reflejan la complejidad del desafío que enfrenta el Gobierno: equilibrar la necesidad de ajustes económicos con las demandas de un sector crucial para la economía nacional.
Mientras tanto, los ministros de Minas, Transporte, Hacienda e Interior se han trasladado al Ministerio de Transporte para continuar las negociaciones con los líderes del paro.
