El Gobierno colombiano ha iniciado un “espacio de conversación sociojurídico” con el Clan del Golfo, el principal grupo criminal del país, con el objetivo de verificar su disposición a abandonar las actividades ilegales y someterse a la justicia.
A diferencia de las negociaciones con el ELN y las disidencias de las FARC, este diálogo no reconoce un estatus político al Clan del Golfo, sino que se centra en aspectos legales y sociales.
El proceso será liderado por el politólogo Álvaro Jiménez, un experimentado negociador que ha participado en conversaciones con el M-19 y el ELN en el pasado. El equipo gubernamental también incluye a la nieta del líder Jorge Eliécer Gaitán, María Gaitán, al historiador cordobés Víctor Negrete Barrera y otros expertos.
Por el lado del Clan del Golfo, el máximo jefe Jobanis de Jesús Ávila Villadiego, conocido como ‘Chiquito Malo’, será el principal interlocutor.
Desde que el presidente Gustavo Petro asumió el cargo, el Clan del Golfo ha solicitado en repetidas ocasiones entablar un diálogo con el Gobierno, pero hasta ahora estas propuestas habían sido rechazadas debido a diferencias en el enfoque.
El Gobierno busca un sometimiento a la justicia de esta banda criminal, sin otorgarle reconocimiento político, ya que sus actividades se centran principalmente en el narcotráfico y la minería ilegal. Por su parte, el Clan del Golfo aspira a una negociación política similar a las que se han llevado a cabo con otros grupos armados.
A pesar de estas diferencias, el objetivo del diálogo es lograr que el Clan del Golfo abandone sus actividades ilegales y se reintegre al Estado de Derecho.