Gas importado podría encarecer tarifas a usuarios finales hasta un 35%: Naturgas

Según Naturgas, el precio del gas importado alcanza los 15 dólares por millón de MBTU, más del doble que el gas local que se cotiza en 6 dólares promedio. 
3 semanas atrás
Foto: @luzstellamurgas

El inicio de las importaciones de gas natural en Colombia marca el fin de la era del gas barato, según advirtió Luz Stella Murgas, presidenta de la Asociación Colombiana de Gas Natural, Naturgas, tras confirmarse que desde el 1 de diciembre hogares, comercios, vehículos e industrias comenzaron a consumir gas importado.

Según Naturgas, el precio del gas importado alcanza los 15 dólares por millón de MBTU, más del doble que el gas local que se cotiza en 6 dólares promedio.

“Esto impactará las tarifas de los usuarios finales, con incrementos estimados entre el 20% y el 35%, dependiendo de cuánto gas importado se utilice para suplir el déficit“, señala la asociación.

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Las proyecciones del gremio indican que el déficit actual de gas, que se ubica en 7.6%, podría alcanzar el 30% en 2026 si no se desarrollan nuevos proyectos de producción.

El desarrollo de nuevos proyectos en el mar Caribe, como el pozo Sirius, es esencial para recuperar la soberanía energética. Sin embargo, estos proyectos enfrentan desafíos legales y sociales, como consultas previas con comunidades indígenas, que retrasan su ejecución“, advierten desde el gremio.

La situación afectará directamente a sectores industriales dependientes del gas como alimentos, cemento, vidrio y cerámica. Estos incrementos en costos de producción impactarán tanto el costo de vida de los hogares colombianos como la competitividad industrial, de acuerdo con las estimaciones de Naturgas.

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“La crisis es atribuible a una caída en la actividad exploratoria durante las últimas dos décadas, pasando de 120 pozos perforados al año a una cantidad significativamente menor”, indicó.

El gremio también advierte sobre incompatibilidades entre las condiciones contractuales del gas importado y la regulación local, lo que dificulta establecer acuerdos a largo plazo que permitirían estabilizar los precios del combustible.